Colombia deja de reconocer la jurisdicción de la CIJ tras el fallo limítrofe de Nicaragua

«El martes Colombia denunció el Pacto de Bogotá y el aviso correspondiente fue entregado al secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA)», José Miguel Insulza, ha anunciado Santos, precisando que « surtirá efectos respecto de los procesos que se inicien después de transmitido el aviso».

«He decidido que los más altos intereses nacionales exigen que las delimitaciones territoriales y marítimas sean fijadas por medio de tratados, como ha sido la tradición jurídica de Colombia y no en sentencias proferidas por la Corte Internacional de Justicia», ha señalado Santos.

«Nunca más volverá a suceder lo que sucedió con el fallo de la CIJ, Colombia acudirá a todos los escenarios necesarios para proteger los derechos de los colombianos», ha asegurado, explicando que la salida del Pacto de Bogotá era una de las «medidas que hemos venido estudiando».

«Las fronteras terrestres y los límites marítimos entre los Estados no deben quedar en manos de una Corte sino que deben ser fijados de mutuo acuerdo por los Estados mediante tratados», ha insistido el mandatario, subrayando que «ese principio esencial es compartido por países en diferentes continentes del mundo que han tomado la misma posición que ahora adopta Colombia».

El presidente ha aclarado que con esta decisión «Colombia no pretende separarse de los mecanismos de solución pacífica y controversias» sino que «reitera su compromiso de recurrir siempre a procedimientos pacíficos», descartando así una confrontación con Nicaragua.

La semana pasada, la ministra de Exteriores, María Angela Holguín, ya había adelantado que Colombia podría abandonar el pacto por el que desde 1948 se sometía a la jurisdicción de la CIJ.

La canciller explicó que el objetivo era impedir que Colombia se enfrentara a nuevas demandas en las que pierda territorio.