Hillary Clinton deshiela las relaciones entre EE.UU. y Birmania tras décadas de aislamiento
En un viaje histórico, la secretaria de Estado se entrevista con el presidente Thein Sein y tiene previsto reunirse con la líder opositora y Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi
pablo m. díez
«El presidente Obama y yo misma estamos animados por los pasos que usted y su Gobierno han dado a favor de su pueblo». Con estas palabras ante el presidente de Birmania, Thein Sein , la secretaria de Estado norteamericana, Hillary ... Clinton , ha enterrado las décadas de aislamiento internacional que ha sufrido este bello país del Sureste Asiático por culpa de la dictadura militar que lo ha dirigido con puño de hierro desde 1962 hasta las elecciones del año pasado. Aunque dichos comicios no fueron más que un «pucherazo» que sentó en el Gobierno a una camarilla de generales de la antigua Junta militar, desde entonces se ha producido una cierta apertura que es contemplada con buenos ojos por la Casa Blanca y el resto de la comunidad internacional.
El propio presidente birmano, un general reconvertido en político reformista, anunció un «nuevo capítulo en las relaciones» con Estados Unidos durante su encuentro con Clinton, que tuvo lugar en Naypyidaw , la alienante «capital-búnker» donde sólo viven los funcionarios de los Ministerios que fue construida en secreto en plena jungla para defenderse de un hipotético ataque del Pentágono. A pesar del entusiasmo de Thein Sein, Washington no está dispuesto aún a levantar las sanciones contra Myanmar (nombre oficial de la antigua Birmania) a la espera de ver el grado de sus reformas políticas.
De todas maneras, no cabe duda de que la visita de Clinton supone un hito para la diplomacia estadounidense porque ningún político de tan alto rango ponía los pies en este país desde el secretario de Estado John Foster Dulles en 1955. Más de medio siglo que los birmanos han vivido primero bajo el yugo del general Ne Win , quien dio un golpe de Estado y se mantuvo en el poder hasta las protestas democráticas de 1988, y luego bajo la Junta militar del general Than Shwe , quien anuló la victoria en 1990 de la líder opositora Aung San Suu Kyi .
Con la Premio Nobel de la Paz , auténtico icono de la lucha por la democracia que se ha pasado 15 de los últimos 22 años bajo arresto domiciliario, tiene previsto reunirse también Hillary Clinton, primero en una cena privada el jueves por la noche y mañana viernes en una entrevista más formal que promete ser la foto de su viaje. «Espero que la visita de la secretaria Clinton abra el camino hacia una relación mejor porque estaría muy feliz de ver un mayor compromiso de EE.UU. con Birmania», señaló Aung San Suu Kyi, quien se presentará a las elecciones de los 48 escaños que quedan vacantes en el Parlamento, dominado por los militares.
«Atisbos de progreso»
Aunque su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND), boicoteó los comicios celebrados en noviembre del año pasado poco antes de su liberación, ha vuelto a su papel activo en la política tras los «atisbos de progreso» que, en palabras de Obama, ha traído el nuevo Gobierno. Además de relajar las restricciones que limitaban el uso de internet y permitir las manifestaciones y los sindicatos, el presidente Thein Sein incluso ha paralizado una impopular presa en el río Mekong que beneficiaba a su principal aliado, China.
A pesar de esta apertura, los grupos defensores de los derechos humanos denuncian que entre 500 y 1.600 presos políticos podrían seguir pudriéndose entre rejas en Birmania, pese a que 6.359 reclusos fueron liberados el mes pasado en una amnistía fruto de los nuevos tiempos. De ellos, se calcula que sólo 214 estaban en la cárcel por motivos ideológicos. Además de presionar por la mejora de los derechos humanos y el avance hacia la democracia, Hillary Clinton intenta conocer el estado del programa nuclear birmano, desarrollado en colaboración con ingenieros norcoreanos para saltarse las sanciones internacionales.
Otro punto de fricción serán las relaciones con China, que no contemplará con gusto este deshielo de las relaciones con EE.UU. por ser el principal aliado político y comercial de Birmania. En este sentido, el portavoz de la Cámara Baja del Parlamento birmano, el también antiguo general Shwe Mann , señaló ante un grupo de periodistas en Naypyidaw que «queremos tener lazos diplomáticos regulares con Washington, pero eso no significa que vayan a empeorar nuestras relaciones con China».
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete