Cientos de personas despiden al sacerdote asesinado en Cuba
Cientos de personas han despedido en la tarde del domingo al sacerdote Mariano Arroyo Merino, asesinado en Cuba, en su localidad natal, Cabezón de la Sal, donde el obispo de Santander, Vicente Jiménez, ha oficiado su funeral junto al "buen amigo" del fallecido, el sacerdote ... Isidro Hoyos.
Al funeral han acudido familiares, amigos y casi un centenar de sacerdotes de la Diócesis de Santander y Madrid , así como el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; el del Parlamento regional; Miguel Ángel Palacio, el líder del PP cántabro, Ignacio Diego, y la alcaldesa de Cabezón de la Sal, Isabel Fernández.
En el funeral ha estado, además, la familia del otro amigo y compañero en Cuba de Mariano Arroyo, el sacerdote Eduardo de la Fuente, asesinado hace seis meses también en La Habana, a quien han recordado tanto el obispo de Santander como Isidro Hoyos durante la homilía.
Los restos mortales de Mariano Arroyo, que recibirán cristiana sepultura en el pueblo donde nació hace 74 años, han sido despedidos de la iglesia con efusivos aplausos por parte de sus vecinos , que han abarrotado la iglesia de San Martín para acudir a un funeral marcado por la emoción.
«¡Qué año más horrible!»
Durante la homilía, el sacerdote cántabro Isidro Hoyos ha dicho que ahora se queda solo en La Habana, tras perder a sus amigos Mariano Arroyo y Eduardo de la Fuente, asesinados en la capital cubana, y ha asegurado que este año "ha sido horrible".
"¡Qué año más horrible!", ha insistido Hoyos al recordar, en el funeral de Mariano Arroyo, los más de cuatro años que convivió con él en La Habana, después de que éste le animara a ir a Cuba, y los casi nueve que ambos estuvieron compartiendo su trabajo parroquial con Eduardo de la Fuente. .
Los recuerdos que Hoyos ha trasladado en el funeral han sido aplaudidos por las cientos de personas que han acudido despedir a Mariano Arroyo , muchas de las cuales se han emocionado con las palabras del sacerdote, nacido en Reinosilla hace también 74 años.
Isidro Hoyos ha recordado que ahora se queda solo en La Habana, pero ha añadido a esta sensación las palabras de Santa Teresa de Jesús: "Nada te turbe, nada te espante... sólo con Dios basta".
El sacerdote cántabro ha explicado que Mariano Arroyo y él lloraron "mucho" la muerte de Eduardo de la Fuente , también asesinado en febrero, pero ha asegurado que ahora con el fallecimiento de su otro compañero ha llorado "como nunca".
Hoyos ha señalado que horas antes de su asesinato estuvo hablando con Arroyo por teléfono, porque éste se ofreció a llevarle al aeropuerto al día siguiente, ya que venía a España de vacaciones, aunque ha afirmado que todos estos planes se truncaron por la "tragedia" del asesinato de su amigo.
Recuerdos de amistad
Pero ha dejado sus recuerdos sobre el asesinato, que le llevó a retrasar su viaje y a esperar los trámites para repatriar el cadáver de Arroyo, y ha comenzado a contar cómo ha sido su amistad con el sacerdote asesinado.
Esa amistad lleva existiendo toda la vida, desde que ambos se ordenaron sacerdotes hasta sus encuentros verano tras verano, tanto cuando Mariano Arroyo estuvo en Chile como ahora en Cuba. Y fue él, Mariano Arroyo, el que hizo que Isidro Hoyos se decidiera por ser misionero en Cuba , después de haberse jubilado de su trabajo y considerar que aún tenía que hacer algo por los demás.
Hoyos se fue hace nueve años con Arroyo a Cuba, allí ambos trabajaron en la parroquia del barrio de Alamar, en La Habana, hasta que el sacerdote de Cabezón de la Sal fue trasladado al Santuario de Regla, ya que ha asegurado que era "un maestro de la religiosidad".
Entre todas sus virtudes ha considerado a Mariano Arroyo un trabajador "infatigable", un hombre "muy culto y cultivado" y la persona que tenía la mejor biblioteca de teología de Cuba. "Era profundamente coherente con su fe. No digo santo ni nada, porque eso son juicios de Dios", ha dicho.
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