Los chistes que alegran la revuelta árabe
En uno de los que circulan por El Cairo, Azrael, arcángel de la muerte, anuncia a Mubarak que ha llegado la hora de despedirse del pueblo egipcio. «¿Por qué? ¿A dónde se van?», pregunta el octogenario presidente
BORJA BERGARECHE
Si el hambre agudiza el ingenio, los aires revolucionarios en el norte de África han desatado el bueno humor. Resignados hasta ahora a criticar solo en privado los regímenes autoritarios y cleptómanos que han regido sus vidas, los miles de tunecinos y egipcios que ocupan ... estos días sus calles -y probablemente los sirios, marroquíes, argelinos o palestinos que viven pegados estos días a Al Yasira- combinan la ira contra los tiranos con una creciente colección de chistes que van camino de acabar en colecciones antológicas.
Las incógnitas que planean sobre Túnez en estos días de transición mantienen a una mayoría de tunecinos en tensión, asombrados a la vez por lo que indica este chiste: «Tuvimos un único y mismo presidente durante 23 años y ahora tenemos un Gobierno cada día».
Con el prófugo Ben Ali, sus antiguos súbditos se toman estos días la venganza: «Ali Babá se ha ido, pero nos ha dejado a los 40 ladrones» . A raíz del orgullo expresado por el ex presidente por la creación de de un banco de microcréditos para los más desfavorecidos, el «vox populi» ironiza: «Ben Ali creó una banca solidaria. Se ha llevado con él el banco, y ha dejado aquí solo la solidaridad».
Mubarak ante el arcángel de la muerte
El intento del octogenario Hosni Mubarak de instaurar su propia dinastía en Egipto, postulando a su hijo Gamal para sucederle, concitan la atención de los egipcios. La versión francesa de la revista online Slate ha recopilado «los mejores chistes sobre Mubarak»: «¿Qué será de los egipcios sin mí?, pregunta el viejo Mubarak a un consejero. "No se inquiete, presidente, el pueblo egipcio es resistente y podría sobrevivir hasta comiendo piedras", contesta. Mubarak se lo piensa, y ordena inmediatamente a su consejero que conceda el monopolio del comercio de piedras a su hijo Alaa».
En otro ejemplo, Azrael, el arcángel de la muerte, se aparece a Mubarak y le anuncia que ha llegado la hora de despedirse del pueblo egipcio. «¿Por qué? ¿Dónde se van?», contesta el presidente.
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