EL ANÁLISIS TÁCTICO DEL GENERAL (R) PITARCH(14/4/2022)

Carrera de armamentos en la nueva fase

Todo el mundo parece estar decepcionado por lo hecho hasta ahora por Rusia en Ucrania

Pedro Pitarch, general (R), exjefe de la Fuerza Terrestre

Todo el mundo parece estar decepcionado por lo hecho hasta ahora por Rusia en Ucrania. Y no solo en lo referente a los destrozos y potenciales violaciones de usos y leyes de la guerra, sino también a la «performance» de sus tropas tras la invasión. ... La paradoja surge espontáneamente al contrastar la baja valoración que se está dando a las capacidades rusas mostradas tras la invasión, con la urgencia de elevar los presupuestos de defensa, exigida a los países que gastan menos del 2% del respectivo PIB.

Rusia parece estar preparando una gran ofensiva en el Donbass y, desde ahí, posiblemente, hacia el oeste para alcanzar el codo del río Dniéper (Dnipropetrovsk-Zaporiyia), que sería el objetivo operacional de la nueva fase. Son de prever ahora un tipo de combates más favorables al atacante, que los desarrollados en la fase que acabó con el abandono del cerco de Kiev y el repliegue de fuerzas rusas desplegadas al oeste de Jarkov. Ahora, con un mando único, una zona de operaciones más compacta y un terreno más despejado, las fuerzas rusas podrán desarrollar mejor sus capacidades de combate.

Las fuerzas ucranianas han mostrado lo que es de primero de estado mayor: el combate defensivo es la forma más fuerte de batalla. Pero, en la nueva fase, ya no contarán ni con el parapeto del hormigón de las grandes ciudades, ni con la facilidad de obligar al oponente a aceptar un siempre desfavorable combate urbano, en el suelo y en el subsuelo. En el nuevo escenario, tendrán que salir a campo abierto―ya lo están haciendo―, para elegir y modificar el terreno donde construir trincheras y emplazar las armas en beneficio de su maniobra defensiva.

Parece existir una carrera de entregas de armamentos y equipamientos militares a Ucrania, por parte de los países de la OTAN, encabezados por EE UU (helicópteros artillados, drones cazabuques y artillería pesada) y el Reino Unido. El problema es que los armamentos más modernos y pesados demandan sirvientes bien adiestrados. Por eso, lo más práctico es enviar a Ucrania armas que, en breve plazo, pudieran entrar en eficacia. Es decir, armas o muy sencillas, o de procedencia soviética/rusa que obran en poder de los países procedentes del extinto Pacto de Varsovia. Algunos ya están en ello, pidiendo a cambio que se les transfiera armas más modernas de fabricación norteamericana o europea. No es solo oportunismo. Es que la guerra es la guerra.

En el nuevo escenario, los ucranianos necesitarían principalmente carros de combate, armas de defensa antiaérea y de defensa contracarro. El carro es la mejor arma contracarro. En esto, los rusos tienen su fuerte. Se calcula que, al inicio de la invasión, Rusia tenía un inventario de alrededor de 5.000 carros de combate. El modelo T-72 (mejorado) constituye su columna vertebral blindada. A nivel superior están los modelos T-80 y T-90, de estándar similar a los carros en la OTAN. Se completa el inventario ruso con los modernos T-14 Armata (que todavía parecen no haber sido empleados en Ucrania).

Los ucranianos, por su parte, cuentan con los viejos carros T-64 (que ya ni figuran en el inventario ruso), y algunos T-72 y T-80. Carros T-64 también son operados en la República Checa (que recientemente ha transferido a Ucrania un número indeterminado, más 56 vehículos de infantería Pvb), así como en Hungría, Bulgaria, Eslovaquia y Polonia. Recientemente, EE UU ha autorizado la venta de 250 carros Abrams M1A2 SEPv3, para dar de baja a sus T-72 polacos.

En defensa antiaérea, Ucrania cuenta con baterías S-300, con unos 30 lanzadores, habiendo recibido recientemente algunos de Eslovaquia. No obstante, el 11 de abril, el ministerio de defensa ruso ha afirmado haber destruido 4 plataformas de S-300 en la zona de Dnipropetrovsk (da idea de lo importante que, para ambos, debe ser esa zona). En todo caso, los lanzamisiles Stinger norteamericanos, portátiles, ya sobre el terreno, están dando un gran resultado antiaéreo. Los rusos cuentan con el moderno sistema S-400 TRIUMPF de gran capacidad de detección y enorme alcance.

En defensa contracarro, hay una gran variedad de armas de fácil manejo y gran precisión. Algunas ya se han empleado. Tales serían el misil norteamericano FGM-148 Javelin, el NLAW británico, el español C-90 Instalaza, el RB 57 sueco, el RAC 112-Apilas francés y el alemán RGW 90 Matador.

En fin, dotar a Ucrania de armamentos y equipamiento militar no solo significa miles de millones de euros que sobrepasan ampliamente el total del presupuesto de defensa ucraniano. También entraña plantearse cuál es el punto de inflexión, si es que existe, en que la entrega de armamentos pase de la mera ayuda a la beligerancia. Y, además, si se empieza a hablar de entrega de aviones y carros de combate ¿por qué no hacerlo, asimismo, de la transferencia nuclear?

Noticias relacionadas

Artículo solo para suscriptores
Tu suscripción al mejor periodismo
Anual
Un año por 15€
110€ 15€ Después de 1 año, 110€/año
Mensual
5 meses por 1€/mes
10'99€ 1€ Después de 5 meses, 10,99€/mes

Renovación a precio de tarifa vigente | Cancela cuando quieras

Ver comentarios