Carmen de Carlos - EN EJE
Ecuador
Pérez es, a partir de ahora, un apellido de peso en la política de Ecuador y quién sabe si su futuro presidente
El indígena ambientalista y candidato presidencial ecuatoriano, Yaku Pérez
Las urnas, con más frecuencia de la prevista, sorprenden. Ecuador es buen ejemplo de ello. Hasta hace unos días, parecía que los ecuatorianos tenían que elegir entre el regreso a la etapa turbulenta de Rafael Correa, mediante Andrés Arauz (Unión por la Esperanza) ... o Guillermo Lasso (CREO), el banquero que prometía recuperar el crecimiento y la estabilidad, sobre pilares liberales. La primera vuelta de las elecciones sacudió ese tablero, aparentemente ordenado y el desafío se ha transformado. Si la tendencia del escrutinio, con el voto del extranjero, no cambia, la apuesta de futuro será otra. Yaku Pérez , el lider del movimiento indigenista Pachakuti, entraría en el balotaje arruinando la tercera intentona de Lasso de abrir la puerta del Palacio de Carondelet.
Es posible, aunque no parece probable, -la diferencia es mínima-, que el «sorpaso» de Pachakuti a Lasso se quedara en amago pero en cualquier caso, Pérez es, a partir de ahora, un apellido de peso en la política de Ecuador y quién sabe si su futuro presidente. Anticorreista hasta la médula, combativo y denunciante serial de la corrupción de los gobiernos del ex presidente del socialismo S-XXI, tiene muchas papeletas para enfrentarse al testaferro político de Correa, el próximo 11 de abril. En este caso, sabe que el voto de los indígenas es mayoritariamente suyo. Le tocaría, si pasa al balotaje, lograr aglutinar a ese sector de la población que prefiere arriesgarse con él antes que volver a tropezarse con Correa en las calles de Quito. Además, tendría derecho a esperar que Lasso le apoyara, como él hizo, en las elecciones del 2017.
Carlos Ranulfo Pérez, nombre de pila, se declara un hombre de centro izquierda pero Pachakutik y sus seguidores no responden a esa definición. Más bien encajan en una visión ideológica revanchista y sectaria. Abogado de 50 años, profesor universitario y ambientalista convencido, supo ver en la defensa de los derechos de la mujer una mina de votos a explotar. Para Arauz no será, si se confirma, una buena noticia tenerle enfrente en el ballotaje. Ambos, en cierto modo, abrevan en pozos ideológicos similares.
El presidente Lenín Moreno no se presentó a la reelección. Lo dijo desde el primer día y cumplió su palabra, algo poco corriente en los tiempos que vivimos. Moreno no ha podido dar respuesta a una crisis descomunal que llegó sin avisar y perdió cualquier opción de traspasar el mando a su candidato. La víscera más sensible del cuerpo humano, en cualquier país, es el bolsillo y con éste vacío, poco podía hacer.