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Carmen de Carlos - EN EJE

«Correazos»

El expresidente que hizo su propia Constitución y permaneció más tiempo que ningún otro en el poder está condenado en rebeldía

Simpatizantes del expresidente Correa protestan este lunes en el exterior de la Corte Nacional de Justicia, en Quito Efe

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A «correazos» prometía Rafael Correa que expulsaría a los corruptos en la campaña de 2006. El abanderado del Socialismo del siglo XXI se enfrentaba entonces al multimillonario Álvaro Noboa, el empresario bananero al que atribuían capacidad de sobra para comprar la deuda pública de Ecuador. ... Las encuestas anticipaban que el economista, con maestría en Lovaina, se alzaría con la Presidencia en primera vuelta. Correa estaba pletórico y convencido de ser el triunfador de una noche que se haría más larga de lo previsto. El combate a la «corrupción» era su gran baza electoral junto con la promesa –incumplida– de que terminaría con el dólar como moneda de curso legal. Entusiasta, atractivo y con una personalidad arrolladora, el candidato de ojos verdes terminaría metiéndose en el bolsillo a los ecuatorianos aunque necesitaría de un balotaje (quién lo tuviera en España) para ser presidente.

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