Carlos Holmes Trujillo: «Entre Santos y Uribe no hay un tema personal, es una diferencia política»

-¿Qué le parece el nuevo Gobierno para el postconflicto anunciado este lunes por el presidente Juan Manuel Santos?

-El nuevo gabinete es intrascendente. Lo fundamental no son esas decisiones en materia ministerial sino el contenido de los acuerdos que eventualmente se firmen con las FARC.

-¿Cómo sería el acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que Centro Democrático estaría dispuesto a firmar?

-Un acuerdo de paz con justicia, es decir, con restricciones a la libertad para los culpables de los más graves delitos y sin que se considere el narcotráfico como delito conexo (delito que se comete para incurrir en otro) al delito político. Quieren que el narcotráfico sea un delito conexo al político para considerarlo una fuente de financiación de la actividad guerrillera. Nosotros consideramos que jamás puede ser considerado delito conexo al político. El delito político tiene un tratamiento penal distinto, los condenados no pueden ser extraditados. La guerrilla está buscando que no los extraditen a Estados Unidos. El acuerdo que hasta ahora han hecho el Gobierno y las FARC abre la puerta para que sea conexo. Quieren que el narcotráfico se considere delito conexo al de rebelión; que están en el narcotráfico pero lo utilizaron para conseguir dinero para financiar la rebelión.

-La Fiscalía ha asegurado que las FARC han invertido en el exterior el dinero conseguido por medios ilícitos. La guerrilla tiene en su poder unos 10.500 millones de dólares, según la cifra de 2012 publicada hace poco por «The Economist». ¿Cómo va a lograr el Gobierno que ese dinero se destine al postconflicto, a las víctimas?

-Esa es una de las reclamaciones que la oposición democrática le hace al Gobierno de forma permanente. Consiste en que le exija a las FARC que los recursos que tiene se dediquen también a financiar programas de reparación a las víctimas. No hay duda de que tienen dinero en el exterior, si no ¿quién mantiene un ejército de ocho mil personas? ¿Cómo se movilizan? Hay actividades criminales en las que están involucrados: narcotráfico, extorsión y secuestros.

-Algunas personas en su país consideran que Álvaro Uribe es un obstáculo para la paz. ¿Es creíble la paz en Colombia y será posible la convivencia en el postconflicto cuando el expresidente y su exministro de Defensa, hoy mandatario, no se hablan y se dedican ácidos comentarios?

- No es un tema personal, es una diferencia política que tiene el siguiente origen: cuando Santos fue elegido por primera vez, fue elegido para darle continuidad a la política de seguridad democrática, no para hacer lo que finalmente hizo. La oposición ha venido planteando: paz sí, con entrega real y efectiva de las armas por parte de la guerrilla; paz sí, pero sin meter en la misma bolsa a los terroristas con los agentes del Estado y miembros de la sociedad civil. Somos amigos de la paz, pero nos parece que a ella se debe llegar en las condiciones que he señalado.

-¿Este será el año de la firma de la paz en Colombia? El alto comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, estima que es cuestión de «unos meses».

-La fecha me parece intrascente. Lo fundamental no es cuándo, sino qué se firma y cómo se va a poner en consideración de la gente para que los colombianos puedan decidir en las urnas si aprueban o rechazan los acuerdos entre el Gobierno y las FARC.

-Las víctimas del jefe guerrillero Hernán Darío Velásquez, alias «el Paisa», le han exigido que pida perdón, ahora que se acaba de incorporar a las negociaciones en Cuba. ¿Teme la impunidad en delitos de lesa humanidad con la llamada justicia transicional?

-No solo la temo sino que rechazo los términos del acuerdo entre Gobierno y guerrilla en materia de justicia . Le da cabida a la impunidad de personas como «el Paisa», que ahora viajaron a La Habana a formar parte del equipo negociador de las FARC.

-¿Será más fácil negociar con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) que con las FARC?

-No, será más complejo. La naturaleza de esa organización y sus antecedentes históricos no permiten ser muy optimistas. El Gobierno está cometiendo con el ELN los mismos errores que con las FARC.

-Alto consejero de Paz en la Administración de Ernesto Samper entre 1994 y 1995, el único de los que pasó por ese puesto que nunca se reunió con guerrilleros. ¿Cómo fue trabajar en un gobierno cuestionado por supuestamente recibir dinero del narcotráfico durante la campaña electoral?

-Recibí el encargo de buscar posibilidades de conversación con las guerrillas. En ese momento había un gran vacío porque los esfuerzos que se habían hecho en el Gobierno Gaviria fracasaron y fue mucho más difícil establecer comunicación con los grupos guerrilleros. De manera que se trató de realizar una tarea de reconstrucción y en un año no fue posible. En relación con la Administración Samper, siempre creí y sigo creyendo que lo importante era que funcionaran las instituciones, como en efecto funcionaron.

-¿Entre sus objetivos figura presentar su candidatura a la presidencia por Centro Democrático en 2018?

-Sí, claro, entre mis propósitos está buscar la candidatura presidencial de Centro Democrático y llegar a la presidencia de la República como candidato de este partido.