La «Guerra del Templo» entre Tailandia y Camboya

Como los tiempos no han cambiado tanto desde entonces, Tailandia y Camboya llevan peleando desde el viernes por el santuario de Preah Vihear, un templo del siglo XI erigido en honor del dios hindú Shiva que se encuentra en la difusa frontera entre ambos países. Bello ejemplo de la arquitectura jemer, el imperio camboyano que se extendió por Tailandia y Vietnam y también levantó el famoso templo de Angkor Wat, el santuario de Preah Vihear pertenece al Gobierno de Phnom Penh desde que así lo dictara el Tribunal Internacional en 1962. Pero su entrada principal se enclava sobre suelo de Tailandia, que además reclama la zona de 4,6 kilómetros cuadrados que lo rodea.

La pugna por el templo se ha intensificado desde que la Unesco lo declarara Patrimonio de la Humanidad en julio de 2008, cuando los Ejércitos de ambos países se enzarzaron en varios choques armados que dejaron un puñado de muertos y heridos y elevaron la tensión en el Sureste Asiático.

Desde el viernes, nuevas escaramuzas se han cobrado ya al menos cinco vidas y provocado el éxodo de miles de campesinos a ambos lados de la frontera. Oficialmente, Camboya ha reconocido el fallecimiento de dos soldados y un civil, mientras que Tailandia ha admitido la muerte de un militar y un vecino de la zona. Sin embargo, los medios tailandeses elevan la cifra de bajas hasta 64 soldados en el Ejército camboyano y 30 entre sus propias tropas.

A pesar de las llamadas a la calma por parte de ambos Gobiernos y del alto el fuego acordado – y violado – el fin de semana, los enfrentamientos han continuado en la mañana del lunes (madrugada, hora española). “Los tiroteos han empezado por cuarto día”, anunció el primer ministro camboyano, Hun Sen, quien ha pedido una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU “para detener la agresión de Tailandia, que amenaza gravemente la paz y la estabilidad en la región”. Además, Camboya ha acusado al Ejército tailandés de destrozar con sus bombardeos un ala del templo, que al parecer se habría derrumbado.

Las fotos distribuidas por las agencias internacionales muestran a los soldados camboyanos armados hasta los dientes dentro de las ruinas de este templo de piedra rodeado de maleza, mientras que las imágenes difundidas por televisión retratan a militares heridos y campesinos que huyen de sus casas con lo puesto.

Por su parte, el primer ministro tailandés, Abhisit Vejjajiva, ha apelado a la búsqueda de una solución pacífica para la disputa fronteriza y ha dejado claro que sus tropas no invadirán Camboya, pero también ha insistido en que responderán a las agresiones, ya que ambas partes se acusan mutuamente de disparar primero.

Coronando un acantilado de 525 metros en las montañas Dangrek, a 240 kilómetros de Phnom Penh, el templo de Preah Vihear se ha convertido en un símbolo nacionalista tanto para Tailandia como para Camboya. A finales del pasado mes de diciembre, siete tailandeses fueron arrestados por entrar ilegalmente en Camboya y dos de ellos han sido condenados a largas penas de presión por espionaje, lo que ha vuelto a disparar la tensión.

Para presionar al Gobierno tailandés, unos 5.000 “camisas amarillas”, como se conoce a los partidarios del rey Bhumibol y del Ejército que en los últimos años han derrocado al ex primer ministro Thaksin Shinawatra y sus sucesores, se manifestaron el sábado en Bangkok pidiendo más mano dura y la dimisión de Vejjajiva. La “Guerra del Templo” sigue abierta entre Tailandia y Camboya.