Egipto celebra el «Día de la victoria»

El Consejo Supremo del Ejército , que controla en estos momentos el poder, está siendo objeto de continuas presiones para que excarcele a los presos políticos y levante el estado de emergencia , que rige en el país desde hace 30 años. Los militares han disuelto el Parlamento y suspendido la Constitución, y se han comprometido a redactar un nuevo texto en breve plazo, a convocar un referéndum en dos meses y a entregar el poder dentro de medio año.

De momento, el tráfico transcurre con fluidez en la plaza Tahrir, epicentro de unas protestas que han conmocionado a todo el mundo, de forma muy especial al mundo árabe e islámico. Desde las movilizaciones de Túnez y Egipto se han registrado episodios similares (de mayor o menor calado, en algunos casos muy violentos) en Libia, Yemen, Bahréin, Irán, Argelia e Irak , y se anuncian manifestaciones al menos en Marruecos.

Egipto ha intentado recuperar la vida normal a lo largo de la semana, pero los carros de combate siguen desplegados por las calles, los c olegios aún no han reanudado sus actividades , los bancos continúan cerrados y numerosos trabajadores se han declarado en huelga.

El célebre teólogo egipcio Yusuf al Qaradawi , exiliado desde 1981, ha regresado este viernes a su país por primera vez en treinta años para dirigir la oración del Viernes en la plaza Tahrir , en el centro de El Cairo.

"Felicito a los jóvenes porque sabían que la revolución al final triunfaría. Pero la revolución no ha acabado todavía. No hasta que tengamos un nuevo Egipto", dijo el teólogo frente a miles de ciudadanos rezando en la plaza, en un ambiente festivo aunque co los soldados controlando a quienes entraban.

El Ejército ha acompañado a Al Qaradawi, presidente de la Unión Internacional de Teólogos Musulmanes , desde su domicilio a Tahrir para garantizar su seguridad. Y lo acompañará posteriormente a su casa, según informaron fuentes locales.

Al Qaradawi pronunció su último sermón del Viernes en 1981 , después del asesinato del entonces presidente de Egipto, Anuar el Sadat, a quien sucedió de inmediato su vicepresidente, Hosni Mubarak.

Mubarak renunció al poder hace justamente una semana después de 18 días de movilizaciones populares cuyo epicentro fue la plaza Tahrir. Algunos hijos e hijas de Al Qaradawi participaron en las protestas.

Por su parte, el principal movimiento opositor egipcio, los Hermanos Musulmanes , instó este viernes a los ciudadanos del país a defender la revolución frente a los "oportunistas" que intenten pervertirla en beneficio propio.

El líder de la organización, Mohamed Badie, declaró que la revolución ha empezado a dar sus frutos y que los egipcios deben defenderla de "los oportunistas que pretendan secuestrarla y de sus cómplices". Asimismo, aseguró en la página de Internet de la organización que los Hermanos Musulmanes "no aspiran a la Presidencia" ni al poder , ni siquiera temporalmente.