Un grupo de bomberos españoles, retenidos en Turquía sin acceso a la zona del terremoto
El gobierno turco «cambió de opinión», según el jefe del equipo. Ankara rechaza toda ayuda internacional
DANIEL IRIARTE
«Estamos muy dolidos, porque sabemos que podemos ayudar». Así se expresaba ayer, justo antes de tomar el vuelo de regreso, Moisés Benlloch, presidente de la ONG Intervención, Ayuda y Emergencias (IAE) de Algemesí (Valencia), uno de cuyos equipos se desplazó anteayer a Turquía ... para intentar ayudar en el terremoto de Van . Hicieron el viaje en balde: las autoridades turcas no les permitieron acceder a la zona del desastre. Ayer, a las ocho de la tarde, hora local, tomaban el vuelo de regreso, cansados y frustrados.
«La gente nos ve aquí en el aeropuerto y no se lo puede creer. Pero ¿qué podemos hacer? Nada, excepto aceptar la decisión del Gobierno», explicó Benlloch a ABC, momentos antes de embarcar.
El equipo de bomberos de la ONG, compuesto por once profesionales y cinco perros «más otras cinco personas que se quedaron en el aeropuerto de Colonia por falta de plazas en el avión», llegó el lunes al aeropuerto de la capital turca a las 7 de la mañana, « mucho antes de que pasasen 24 horas del terremoto, que es el momento más importante para los rescates» , dice Benlloch.
«No somos novatos, hemos actuado en ocho grandes catástrofes antes, incluyendo el terremoto de Haití. Somos un equipo profesional, con experiencia, sanitarios, material médico, perros…», asegura Benlloch. «Cuando supimos lo del terremoto a través del sistema internacional de alertas de Naciones Unidas, rápidamente tramitamos los permisos», indica, diciendo que incluso se les gestionaron unos traductores «para ayudarnos».
«Pero cuando llegamos al aeropuerto de Ankara, esos traductores nos informaron de que habían recibido nuevas instrucciones. Se nos dijo que no se nos iba a permitir el acceso, e incluso que si avanzábamos más provocaríamos un conflicto internacional », relata.
Benlloch afirma no tener «ni idea» de por qué se les ha impedido finalmente el acceso a la zona de desastre. «Cambiaron de opinión. No lo entendemos», declara, indicando que su ONG ya había trabajado antes en Turquía, en los terremotos de agosto y noviembre de 1999 «sin problemas».
El hecho es que el Gobierno turco ha rechazado toda ayuda extranjera en las operaciones de ayuda y rescate a los supervivientes. Equipos de Irán y Azerbaiyán, los dos países más cercanos al lugar de la catástrofe, trabajan sobre el terreno, pero fuentes diplomáticas turcas aseguran que fueron enviados sin consultar con Ankara.
Versión oficial
«Agradecemos las ofertas de ayuda. Alrededor de cincuenta países han hecho ofertas similares, si las aceptamos todas esto se convertiría en un enorme lío», dijo el vicepresidente Bülent Arinç, quien negó haber rechazado la ayuda israelí debido a la mala relación entre ambos países. En los mentideros diplomáticos atribuyen esta decisión al «orgullo desmedido del primer ministro Recep Tayyip Erdogán» , que «parece creer que la aceptación de la ayuda internacional disminuye la imagen de coloso que Turquía intenta proyectar en la zona».
Los de IAE no son los únicos equipos españoles que se prepararon para acudir a este seísmo: también lo hicieron tanto la Unidad Canina de Huelva como la ONG Bomberos en Acción de Valencia. «Salimos hacia Madrid, teníamos ya los billetes comprados, pero en el camino nos avisaron de la posición del Gobierno turco, así que nos volvimos», indica César Claros, presidente de esta última asociación.
El número de víctimas confirmadas del seísmo, de 7’2 grados en la escala de Richter, ha ascendido ya a 432 muertos y 1.352 heridos, según indicó ayer la Administración de Desastres y Emergencias.
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