Birmania empuja a miles de rohingyas a huir a Bangladesh

Fuentes de los campos de refugiados rohingyas en el distrito bangladeshí de Cox Bazar, en la frontera común, han asegurado a Reuters que desde el viernes han llegado unas 5.000 personas, de las cuales más de mil habrían llegado ayer lunes . Las autoridades bangladeshíes han impedido el paso de más rohingyas en el río Naf, que sirve de frontera natural, dejando a unos mil varados durante el fin de semana. También amenazaron con detener a los refugiados que ayuden a los recién llegados.

La minoría birmana teme represalias de las fuerzas de seguridad por los ataques del viernes contra puestos policiales y una base militar , que han sido reivindicados por el Ejército de Salvación Rohingya de Arakan (ARSA), un grupo armado conocido anteriormente como Aharak al Yaqin que fue creado por los rohingyas exiliados tras la ola de violencia de 2012.

Los militares birmanos han evacuado a 4.000 residentes no musulmanes en Rajine y han lanzado nuevos operativos . «Nos hemos dividido en dos grupos: uno que proporcionará seguridad en los puestos policiales y otro que va a llevar a cabo operaciones de limpieza», dijo Tun Hlaing, de la Policía de la ciudad de Buthidaung.

Las autoridades instan a los rohingyas a colaborar y aseguran que aquellos que no hayan participado en los ataques ni guarden relación con ARSA nada tienen que temer. «La situación no es buena, pero todo depende de ellos», dijo el portavoz policial.

Ayer se produjeron nuevos ataques. En Buthidaung tres puestos policiales fueron quemados por insurgentes rohingyas, según la Policía. Desde el domingo, varias casas han sido incendiadas en la vecina Maungdaw, de acuerdo con un periodista y una fuente militar. «Todo está ardiendo», ha dicho un residente en Kyee Kan Pyin.

Este es el mayor estallido de violencia desde hace cinco años, cuando los enfrentamientos entre rohingyas y budistas –que son mayoría en el resto de Birmania– se saldaron con un balance de más 200 muertos y 140.000 desplazados en la capital de Rajine.

La violencia resurgió el pasado octubre, cuando nueve guardias fronterizos murieron a manos de insurgentes de esta etnia. Desde entonces, 87.000 rohingyas han huido a Bangladesh por temor a las represalias.