El régimen bielorruso vuelve a manipular las elecciones e infla el índice de participación

Esta vez, el presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, considerado el último dictador de Europa , ha intensificado los esfuerzos no sólo para cerrar el paso de sus adversarios a la Cámara legislativa, a fin de conseguir que siga siendo sumisa a sus políticas, sino también para falsear el índice de participación .

Para que los comicios puedan ser declarados válidos hace falta que acuda a las urnas por lo menos la mitad del censo electoral y el llamamiento de la oposición a no hacerlo suponía un enorme riesgo para el autoritario líder bielorruso.

De hecho, según el dirigente democristiano, Vitali Rimashevski, « nuestro datos indican que hubo solamente un 38% de participación ». Esas cifras cuadran con las facilitadas por otros partidos contrarios a la autocracia de Lukashenko, pero no con las que maneja la Comisión Electoral Central de Bielorrusia, cuya presidente, Lidia Yermóshina, sostiene que la tasa de participación fue del 74,3% . Dijo sentirse muy satisfecha de tal resultado durante la rueda de prensa que ofreció ayer por la mañana.

Los observadores de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) desplazados a Bielorrusia defienden un punto de vista completamente diferente. « Los líderes políticos que podían haber jugado un papel importante en estas elecciones están en la cárcel o se les ha privado del derecho a presentar su candidatura », se subraya en el informe elaborado por los componentes de la misión de la OSCE.

En el documento se hace referencia a las « restricciones » que han sufrido los electores para poder ejercer libremente su derecho al voto y también a las impuestas a los observadores para supervisar el escrutinio, cuyo resultado oficial se pone en duda. Muchos observadores fueron conminados a apartarse de la mesa mientras se hacía el recuento de votos y otros fueron directamente expulsados del colegio. El comunicado de la OSCE concluye afirmando que los comicios no fueron libres ni democráticos .

La declaración conjunta de la oposición habla también de « desigualdad » en las oportunidades de los candidatos y de « falta de transparencia » en el escrutinio. Han pedido a la Unión Europea que endurezca el régimen de sanciones ya vigente para obligar a Lukashenko a cambiar de actitud. Creen que repetir que no hay democracia en Bielorrusia cada vez que hay unas elecciones no conduce a ninguna parte y solicitan medidas más contundentes.