Biden mantiene el plazo de salida de Afganistán del 31 de agosto

Biden tomó la decisión tras las reiteradas amenazas de la guerrilla talibán, que se ha negado a extender ese plazo. Antes, el presidente solicitó planes de contingencia en caso de que no se haya podido extraer a los miles de ciudadanos estadounidenses y civiles afganos a los que planea conceder el asilo. Momentos antes, los islamistas habían dicho que cortarán el acceso al aeropuerto de Kabul e impedirán la salida de ciudadanos afganos.

Este mismo martes Biden habló durante siete minutos en una reunión del G-7 , las grandes potencias aliadas de EE.UU. En ese encuentro virtual participaron los líderes de Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, la Comisión Europea, el Consejo Europeo, las Naciones Unidas y la OTAN. Allí, el mandatario estadounidense actualizó a sus socios sobre sus planes inmediatos.

El modo en que ha ejecutado la salida de Afganistán y el aumento de contagios de coronavirus le han pasado factura a Biden, que ha visto sus índices de popularidad internos hundirse al punto más bajo en siete meses de presidencia. Sólo un 46% aprueba hoy su gestión , según una encuesta de Ipsos para Reuters. Ahora bien, una considerable mayoría, de más del 60%, cree que retirarse era lo adecuado.

Biden heredó de Donald Trump el compromiso de retirarse completamente de Afganistán este año, aunque prorrogó el plazo de mayo a septiembre. Desde que acelerara el repliegue, el presidente en ejercicio ha mantenido que su decisión ha sido la adecuada y ha culpado del regreso de los islamistas al poder al gobierno afgano, que huyó y les dejó vía libre a Kabul.

La Casa Blanca dijo este martes que 12.700 personas fueron evacuadas en 37 vuelos militares estadounidenses y unas 8.900 adicionales en otros vuelos de sus aliados durante las previas 24 horas. El Pentágono ha explicado que ha aumentado el ritmo de los vuelos desde Kabul a un vuelo cada 45 minutos.

Por su parte, el director de la CIA, William Burns, estuvo el lunes en Kabul para reunirse con el líder político de la guerrilla Talibán, el mulá Abdul Ghani Baradar. Este encuentro se produjo en plena operación de evacuación de ciudadanos extranjeros y refugiados afganos, que en principio vence el 31 de agosto y que los islamitas se niegan a prorrogar. Ni la CIA ni la administración de Joe Biden han revelado el tema y los posibles acuerdos alcanzados en esas conversaciones directas.

Informa David Alandete

Varios líderes del G7 que participaban en la reunión virtual celebrada esta tarde han mostrado su «gran preocupación» poo el anuncio del presidente norteamericano Joe Biden acerca del fin de la presencia militar de su país en el aeropuerto de Kabul el próximo dia 31 y su negativa a negociar una prórroga con los dirigentes talibanes que han tomado el poder en Afganistán, según reveló el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que también participó en la sesión junto a los líderes del G7 dijo por su parte que la UE va a intentar coordinar sus operaciones con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados y dió a entender que también podría intentar presionar a los talibanes a través de recortes en la ayuda humanitaria a este país. «No debemos subestimar nuestras posibilidades de hacer presión. Afganistán es un país muy pobre, tiene graves problemas de sequía y está afectado pro la propia pandemia. La ayuda humanitaria segirá existiendo pero se puede contactar con las gente sque se han hecho con el poder en el país para hacerles entender que tienen que respetar a la gente vulnerable», dijo en su comparecencia al término de la reunión.

Respecto a la reubicación de los afganos que están llegando a Europa gracias a visados humanitarios, la presidenta de la Comisión aseguró que serán los propios países los que se hagan cargo en términos voluntarios. Von der Leyen y Michel elogiaron la decisión de España de acoger a un número relevante de afganos que habían trabajado para las instituciones europeas en Kabul y otros lugares del país antes de la irrupción de los talibanes.

Informa Enrique Serbeto

Una vez que Biden se ha reafirmado en el final de la operación de evacuación fijado el 31 de agosto, la canciller alemana desea seguir sacando personas de Afganistán por otras vías a partir de esa fecha. Así lo ha comunicado a los socios del G7 y los secretarios generales de la OTAN y la ONU, con los que ha explorado «el papel que podrían tener en la evacuación a partir de septiembre los vuelos civiles desde Kabul». «Entendemos que después del 31 de agosto la operación de evacuación entra en otra fase», ha dicho Merkel tras la videoconferencia, «el G7 está estudiando una posible hoja de ruta y cómo establecer contacto para hablar de esto todos a una voz con los talibanes».

Merkel ha reconocido el papel insustituible de EE.UU. «Por supuesto es innegable el liderazgo de EE.UU. Sin ellos no hubiera sido posible la evacuación que hemos realizado hasta ahora, solo Alemania más de ml personas», ha dicho, tras reconocer que «la situación de seguridad se recrudece por momentos». «Nuestros aviones alemanes siguen trasladando personas, pero es evidente que cada vuelo es más difícil», ha admitido, reiterando que los objetivos prioritarios a evacuar son ciudadanos alemanes, trabajadores afganos que han colaborado con Alemania en los últimos años y afganos cuyos derechos humanos están comprometidos bajo el régimen talibán. También ha dicho que «nuestros soldados seguirán realizando esta misión mientras haya un riesgo proporcionado en relación con el riesgo que corren estas personas”.

Una vez se establezca algún tipo de comunicación con los talibanes, el G7 intentará hacerles ver la importancia de que en Afganistán haya aeropuertos civiles, que hoy por hoy no existen. «Por ejemplo para que puedan llegar a país medicamentos», ha señalado Merkel, sugiriendo que de esos mismos aeropuertos pueden partir vuelos civiles con refugiados.

Informa Rosalía Sánchez

Emmanuel Macron compartía con Angela Merkel y Boris Johnson la esperanza de un posible «aplazamiento» de la retirada militar definitiva de los EE. UU. de Kabul, con el fin de poder prolongar las tareas de repatriamiento.

«Si los EE. UU. confirman su decisión de retirada de Kabul el día 31 de agosto, Francia suspenderá sus operaciones de evacuación el próximo jueves. Nos quedan tres días», ha afirmado Nicolas Roche, director de gabinete del ministro de Asuntos Exteriores, dirigiéndose a Jean Castex, en presencia de periodistas, según la AFP (Agencia France Press)

Francia lanzó el día 15 de este mes de agosto la operación APAGAN, consagrada a la repatriación de franceses y afganos próximos a Francia, por diversas razones. Los primeros siete vuelos de la operación trasladaron a Francia a un millar de hombres y mujeres.

Los aviones militares franceses despegan de Kabul y aterrizan en las dependencias militares del aeropuerto parisino de Roissy - Charles de Gaulle, donde se realizan los primeros controles, sanitarios, administrativos y policiales, antes de iniciar la instalación provisional o definitiva de los franceses repatriados.

Informa Juan Pedro Quiñonero

El primer ministro británico, Boris Johnson, tenía la esperanza de que la reunión de emergencia que convocó como presidente del G7 este martes fuera el escenario ideal para convencer al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de que accediera a aplazar la evacuación de Afganistán más allá de la fecha límite del 31 de agosto. Sin embargo, sus intentos fueron infructuosos. Según un alto cargo de su administración citado por la cadena CNN, Biden decidió, tras consultarlo con el equipo de seguridad nacional, ceñirse a la fecha límite del 31 de agosto para retirar las tropas del país asiático. La preocupación sobre la seguridad va en aumento, e incluso algunas fuentes hablan del riesgo de atentados terroristas en las afueras del aeropuerto de Kabul. La decisión se produjo después de que los talibanes advirtieran que la fecha marcada era una línea roja y que de no cumplirse habría «consecuencias».

Boris Johnson pidió personalmente a su homólogo estadounidense el retraso en la la salida, y en su cuenta de Twitter afirmó que «es vital que la comunidad internacional trabaje unida para garantizar evacuaciones seguras, prevenir una crisis humanitaria y apoyar al pueblo afgano para asegurar los logros de los últimos veinte años». Tras el encuentro de líderes del G7, el premier dijo que las evacuaciones continuarán «hasta el último momento» y que esperaba que el Reino Unido pudiera sacar a miles de personas más de Afganistán antes de la fecha límite. «La situación en el aeropuerto no está mejorando, hay problemas de orden público», explicó Johnson, que hizo referencia a las «escenas desgarradoras» de quienes intentan abandonar el país. «También es difícil para nuestros militares», reconoció. No obstante, el primer ministro aseveró que el G7 acordó la puesta en marcha de una hoja de ruta para negociar con los talibanes que permita la salida segura aún después del 31 de agosto.

Informa Ivannia Salazar