Berlusconi afirma que vuelve a ser candidato para «salvar a su partido»

Cuando en noviembre pasado presentó su dimisión al presidente de la República, Giorgio napolitano, miles de italianos cantaban con júbilo el Aleluya del Mesías de Handel. Ocho meses más tarde , la noticia de que Berlusconi vuelve, lleva a sus seguidores al entusiasmo, y en algunos casos al éxtasis, como a Giancarlo Galan, ferviente seguidor de Berlusconi y exministro de Cultura, que desatado ha declarado a una radio: «Berlusconi en el terreno político me hace disfrutar. Estoy gozando mucho más que con un orgasmo, este goce dura más, muchísimo más ».

Berlusconi espera el momento más oportuno para confirmar en público la noticia y crear un mayor impacto en la opinión pública y en los medios, en lo que es un gran especialista. En privado, «Il Cavaliere» ha justificado así a sus más allegados su retorno : «Varios empresarios me han dicho que todo el mundo empresarial quiere que vuelva. No soy yo el que se propone, sino que es la gente la que me lo pide».

Su retorno no tendría que sorprender, porque tiene una cierta lógica. Aparte de que «Il Cavaliere» no está habituado a mantener sus promesas, la razón fundamental es que las encuestas indican que sin él su partido fracasaría estrepitosamente en las elecciones, obteniendo en torno al 10 %, mientras que un PDL encabezado por él se aproximaría al 30 %.

Berlusconi lo es todo para su partido, que cambiará de nombre y volverá a llamarse seguramente Forza Italia . Él ha puesto la idea, el dinero, su cara y el carisma. «Berlusconi debe ser candidato, porque, si no, el partido desparece. El PDL es una fuerza de iniciativa carismática y si quiere tener un futuro es absolutamente necesaria la presencia de Berlusconi», según manifiesta el politólogo y ex ministro con Berlusconi Giuliano Urbani, uno de los fundadores de Forza Italia

El propio Silvio Berlusconi ha confirmado que se lanza al ruedo electoral para evitar que su partido desaparezca o sea irrelevante. A Bruno Vespa, periodista de su confianza, «Il Cavaliere» ha manifestado: « Vuelvo para salvar al PDL . En las elecciones generales del 2008 tuvimos el 38 por 100 de los votos. Si a las próximas del 2013 descendiéramos, por reducción al absurdo, al 8 por 100, ¿qué sentido habrían tenido 18 años de empeño político?».

A sus 76 años, Silvio Berlusconi se resiste a envejecer , pero los años también pasan para el hombre más rico de Italia. Siempre ha cuidado al máximo su imagen , con operaciones de cirugía plástica, trasplante de pelo , y ahora, para presentarse en forma ante sus electores, hace jogging diariamente, sigue una rígida dieta y ha perdido ya 4 kilos de peso, esperando rebajar otros 4.

El retorno está incluso «certificado» también por su médico personal, Alberto Zangrillo, quien ha declarado a una radio: «Está listo para una nueva campaña electoral». Sin embargo, alguien que sabe de imagen, como el creativo Oliviero Toscani, que ideó las más famosas y polémicas campañas publicitarias de Benetton, ve así el retorno de Berlusconi: «No funcionará. Es de plástico. No se puede ni mirar. Si vuelve a ganar, es que los italianos somos dementes ».

Teniendo en cuenta que los tres mandatos de gobierno de Berlusconi a lo largo de 18 años concluyeron en un desastre económico para el país, con su credibilidad y prestigio por los suelos, en Europa su regreso se ve como un peligro porque creará inestabilidad. Fue precisamente el descrédito y la inestabilidad política agravada por la especulación de los partidos, además de la presión de Europa -léase Alemania- lo que obligó a Berlusconi a dimitir.

En definitiva, la vuelta de Berlusconi se ve ya por muchos como un drama para Italia, por la inestabilidad política que podría crearse. Pero hay también quienes se alegran porque será divertido ver en el parlamento italiano a dos cómicos, a Beppe Grillo , líder del Movimiento 5 Estrellas, y a Silvio Berlusconi. Dicen que los italianos tienen poca memoria, pero será difícil que hayan olvidado tan pronto 20 años de promesas incumplidas y sus escándalos.

«Il Cavaliere» se presentará a su retorno como el salvador de la patria y para ello necesita cambiar, o al menos adecentar su imagen, en línea con la sobriedad que ha impuesto el Gobierno de Mario Monti. Debe lavarse la imagen de sultán que se ha creado con sus festines y juergas de bunga bunga .

Esas noches calientes en su residencia milanesa eran organizadas por la que fue su higienista dental Nicole Minetti . Era su preferida y la compensó convirtiéndola en consejera de Lombardía.

Minetti le reclutaba las chicas y a una de ellas describía así las diferentes clases de jóvenes que se iba a encontrar: « Las hay más putas y otras son más serias , la típica sudamericana que no habla italiano y viene de las favelas y las hay como yo, que hago lo que hago. A ti que te dé igual, no te confundas con la masa, no seas tímida, mueve el culo y ya está».

Minetti ya no sirve para el nuevo tiempo del Cavaliere. Debe pagar ella pecados pasados y Berlusconi y su partido le han pedido que dimita. Ella se resiste. El periodista Vittorio Feltri, exdirector del «Il Giornale», ha escrito en Twitter: «Querida Minetti antes de marcharte no olvides de pasar por caja. Por nada no se hace nada» .