Berlusconi llama «prostíbulo» a un programa de TV en directo

«MC»Con tono firme, el presentador del programa invitó a Berlusconi a calmarse: «Ya ha insultado bastante, por qué no se presenta a los jueces en lugar de insultar?». Pero Berlusconi se mostró irrefrenable y acusó al periodista de mantener tesis «falsas y distorsionadas, alejadas de la realidad». Lerner intentó, sin éxito, la vía institucional para calmar al Cavaliere: «Siendo usted también mi primer ministro, le invito a moderar los términos».

Con especial ahínco, Berlusconi defendió a Nicole Minetti, 26 años, la higienista dental que él promovió a consejera de la región de Lombardía y a quien los fiscales acusan de favorecer presuntamente la prostitución, al estar encargada de contactar con las jóvenes que acudían a los festines en la residencia del primer ministro en Arcore. «Nicole Minetti —dijo «Il Cavaliere»— es una espléndida persona, inteligente, preparada y seria».

«MC»En tono despreciativo, Berlusconi se refirió a las contertulias denominándolas «señoras, por decir algo», lo que provocó la irritación del periodista, que lo calificó de «grosero». Tras el intercambio de insultos y voces con tono descompuesto por ambas partes, Berlusconi cerró así su llamada que interrumpió bruscamente sin admitir ninguna réplica: «Invito cordialmente a la «onorevole» Zanichi a levantarse y marcharse de ese increíble prostíbulo televisivo». La famosa cantante, eurodiputada del partido de Berlusconi, no se marchó. Después contó que por «primera vez» en su vida había sentido «malestar y disgusto». En un clima de gran tensión, la oposición acusó a Berlusconi de haber «superado el límite», mientras su partido cerraba filas en su defensa.

No es la primera vez que Berlusconi llama en directo a un programa de televisión. El martes de la pasada semana telefoneó también a «Ballarò», famoso programa de debate de la AI. El presentador no consintió la intervención telefónica del primer ministro y lo invitó a acudir al estudio en un próximo programa. El periodista recordó con que en una ocasión anterior Silvio Berlusconi intervino con duros términos contra la conducción del debate colgando al final el teléfono sin permitir la réplica.

La 7 es una TV privada, de las pocas que no controla Berlusconi, quien ejerce un dominio casi absoluto sobre el panorama televisivo italiano como propietario de tres canales y con influencia directa en los tres de la RAI. Su intromisión , casi «propietaria» en La 7, forma parte de su agresiva contraofensiva para contrarrestar el efecto devastador de las acusaciones de la Fiscalía de Milán.