Crecen las presiones en Italia para que dimita Berlusconi
«¿Dimisión? ¿Pero estáis locos? Me siento sereno y me estoy divirtiendo», responde
La situación política se hace caótica en Italia. La batalla que mantienen Silvio Berlusconi y los jueces de Milán adquiere una nueva dimensión, con la intervención del jefe del Estado y de la Iglesia.
El presidente de la República, Giorgio Napolitano, sigue con preocupación el « ... escándalo Ruby» y las implicaciones judiciales para Berlusconi. En una nota oficial, se afirma que Napolitano es «consciente de la inquietud de la opinión pública ante las investigaciones judiciales con graves hipótesis de delito». El presidente «espera que en las previstas sedes judiciales se proceda cuanto antes a una completa verificación de los resultados de la investigación». Entre líneas, Giorgio Napolitano indica un camino a Berlusconi: debe presentarse ante los jueces, que lo han convocado entre el 21 y el 23, para responder sobre los dos presuntos delitos objeto de la acusación: concusión (abuso de poder) y prostitución de menores.
Una apremiante petición para que se realice una clarificación de los hechos, calificados como muy graves, llega también de los órganos de información de la Iglesia, el «Avvenire» y la agencia Sir. El periódico de los obispos argumenta que «solo la idea de que un hombre que se sienta en la cima de las instituciones del Estado se vea implicado en historias de prostitución y, peor aún, de prostitución de menores ofende y turba». El diario oficial del Vaticano, «L' Osservatore Romano», publicó íntegra la nota oficial de Napolitano, lo que cabe interpretar como un claro distanciamiento de Berlusconi por parte de la curia.
Hoy se reúne la junta de autorizaciones del Congreso de Diputados, que debe decidir si permite o no que la Policía Judicial registre el despacho del administrador económico de Berlusconi en Milán, Giuseppe Spinelli, encargado de pagar con dinero y regalos a las jóvenes y prostitutas que acudían a la residencia de Berlusconi en Arcore. Forman parte de la junta 21 diputados, 10 de la oposición. En opinión de éstos últimos, el cuadro que emerge tras leer las 389 páginas del auto de acusación es «la tragedia de un hombre ridículo».
Del acto de acusación de los jueces los medios siguen publicando detalles escabrosos sobre los festines de Berlusconi y, en particular, conversaciones grabadas a la joven marroquí Karima El Mahroug, «Ruby Robacorazones», confirmando que tuvo relaciones sexuales con el «Cavaliere» cuando era menor. El principal partido de la oposición, el PD, ha pedido en el Parlamento que Berlusconi dimita. Después de entrevistarse con el presidente en el Quirinal, el primer ministro dijo a los periodistas: «¿Dimisión? ¿Pero estáis locos? Me siento sereno y me estoy divirtiendo».
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