Berlusconi: «Este es un país de mierda»
Detenidos un empresario y su mujer por chantajear al primer ministro
ÁNGEL GÓMEZ FUENTES
Un nuevo escándalo mediático rodea a Silvio Berlusconi, al verse envuelto en un presunto chantaje relacionado con sus fiestas privadas con prostitutas. La policía detuvo ayer al empresario de Apulia —región del sureste de Italia—, Giampaolo Tarantini, de 36 años, y su mujer Angela Devenuto, ... de 34 años, acusados por la fiscalía de Nápoles de estar implicados en un chantaje de 500.000 euros al primer ministro. El matrimonio fue arrestado en su casa de Roma, donde ya habían pasado 11 meses bajo arresto domiciliario en el ámbito de otra causa de la fiscalía de Bari, capital de Apulia, relacionada con corrupción, inducción a la prostitución y entrega de droga para las fiestas que «Il Cavaliere» organizaba en Villa Certosa, su lujosa mansión de Cerdeña. El pasado junio, la pareja fue condenada a dos años y dos meses de cárcel por posesión y distribución de cocaína.
Giampaolo Tarantini se hizo famoso cuando trascendió a la opinión pública que el empresario apullés, que se había hecho amigo del primer ministro en el verano de 2008, contrató a la prostituta Patrizia D´Addario, de 42 años, para acudir a las cenas de Berlusconi en palazzo Grazioli, su residencia romana. La escort de lujo fue invitada dos noches, en octubre y noviembre del 2008. En la segunda ocasión, D'Addario pasó la velada con Berlusconi y realizó una grabación con su teléfono móvil como prueba de ese encuentro.
La clave de la investigación de los fiscales de Nápoles se centra en los temores de Silvio Berlusconi sobre sus fiestas con prostitutas. Tarantini ha sostenido que «Il Cavaliere» no estaba al corriente del hecho de que las chicas que acudían a su residencia romana y a la mansión de Cerdeña hubieran sido pagadas. La fiscalía de Nápoles cree que para mantener esa versión, Tarantini habría exigido a Silvio Berlusconi dinero y que por ello ha testificado que «Il Cavaliere» desconocía que las jóvenes que acudían a sus fiestas eran prostitutas. El empresario apullés habría obtenido medio millón de euros y además una especie de salario de 20.000 euros mensuales, que comprendía gastos legales y el alquiler de un piso en el centro de Roma. Además, la fiscalía ha ordenado la detención del editor y director del periódico «L´Avanti», Valter Lavitola, de 38 años, acusado también de chantajear al primer ministro.
«Il Cavaliere», harto
La investigación de Nápoles se centra en medio centenar de conversaciones telefónicas interceptadas. En una de ellas, Silvio Berlusconi se desahoga durante más de 13 minutos con el indagado Lavitola, el 13 de julio pasado: «No me importa nada lo que digan… yo…dentro de poco me voy por mi cuenta… y me largo de este país de mierda… que me da náuseas… punto y basta».
Berlusconi ha manifestado a su revista «Panorama» que no hizo nada ilegal y que no ha sido sometido a extorsión. Pero, según las interceptaciones de conversaciones entre Tarantini y Lavitola, éstos utilizan frases inequívocas: «Debemos tener bajo presión a Berlusconi», o «tenemos que ponerlo entre la espada y la pared».
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