Los estadounidenses apoyan el bombardeo a Siria; los británicos, no

Si nos atenemos al mismo sondeo, esta postura contraria contrasta con el hecho de que seis de cada diez consultados dan por hecho que el Gobierno sirio y sus aliados han manejado armas químicas en sus operaciones militares. La evolución en el tiempo muestra cómo el respaldo de los británicos a una intervención militar se ha ido debilitando en el tiempo desde finales de 2015, cuando los partidarios ganaban con un 60% a 20%.

Otra encuesta, encargada por la televisión SkyNews, sitúa el porcentaje de partidarios y críticos mucho más parejo, un 36% frente al 37%.

En Estados Unidos, la evolución de la opinión pública se ha movido en sentido contrario. Si en 2013, cuando Obama se planteó intervenir después de otro ataque de Al Assad con armas químicas, sólo un 37% respaldaba una operación de castigo al dictador sirio, el apoyo rondaría hoy el 60%. Hace un año, coincidiendo con la ofensiva estadounidense que destruyó la base de Shayrat, en respuesta al anterior ataque químico, el conjunto de sondeos apuntaba en esta dirección.