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Los asesores intentan disciplinar a Trump ante el segundo debate

El magnate reprocha a su equipo que asumiera públicamente su derrota tras el primero

El establishment republicano pide a su candidato que no remueva el pasado sexual de Bill Clinton

Manuel Erice Oronoz

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La sucesión de encuestas más o menos fiables que han situado a Trump como derrotado en el primer debate (todas menos las promovidas en internet y las redes sociales), no ha desanimado al magnate, que insiste en que salió victorioso . «Yo estuvE ... bien y ella no lo pudo hacer peor», es el mensaje que reitera en su cuenta de Twitter y que martillea ante sus fieles en los mítines. No importa que ayer los sondeos sobre el debate en todos los estados decisivos volvieran a colocar por encima a Hillary Clinton . Es su particular forma de mantener vivas las opciones de victoria, por mucho que vengan mal dadas, con la que se ha plantado en la carrera presidencial , después de derrotar a nada menos que 16 rivales en las primarias republicanas.

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