El asedio final a Al Shabab

“Las tropas del Gobierno somalí, con la ayuda de las fuerzas de paz de la Unión Africana, se han comprometido a terminar el reinado de Al Shabab en Somalia antes del 20 de agosto, plazo final para la entrada de la hoja de ruta del nuevo Gobierno” , reconoció el primer ministro en una emisora de radio local.

“Al Shabab ha perdido la mayor parte del territorio bajo su poder durante la ofensiva de 18 meses que involucró a las fuerzas de la Unión Africana y los gobiernos de Somalia, Etiopía y Kenia”, recordó.

Sus declaraciones se producen tan solo dos semanas después de que fuerzas oficialistas se hicieran con el control de Afgoye, una localidad utilizada por la milicia islamista como base estratégica para lanzar ataques esporádicos contra la capitalina Mogadiscio (pese a ello, el grupo radical alegó que la toma de la ciudad se debió a una retirada táctica “para evitar víctimas civiles”).

Sin embargo y pese a las recientes victorias, la toma de Kismayo no parece tarea fácil . Enmarcada en la desembocadura del río Juba, la ciudad cuenta con un complicado acceso terrestre. De igual modo, tras meses de lucha en el desierto, las tropas gubernamentales deberían volver a retomar la pelea callejera a gran escala, donde siempre han demostrado mayor indefensión ante la experiencia guerrillera de Al Shabab (caso de Mogadiscio).

“Conquistar Kismayo asestaría el golpe final a los rebeldes”, aseguraba recientemente a ABC el general Ahmed Islam Madobe , quien apoyado por el Gobierno de Kenia (y por ende, por la comunidad internacional) dirige la milicia privada “Ras-Kamboni”,

Quizá por ello, según fuentes del propio mando militar keniano, el actual interés de la cuadrilla internacional es lograr el apoyo, por mar, de tropas de la misión antipiratería Atalanta en este asedio .

Precisamente, esta fuerza naval europea ya realizó, a mediados de mayo , el primer ataque a las costas de Somalia, en este caso, encaminado a erradicar la bucanería en aguas del Índico.

La acción -efectuada de madrugada por un número indeterminado de helicópteros y con apoyo de un avión de vigilancia marítima- propició la destrucción de al menos cinco esquifes en las cercanías de Harardhere, considerado el principal bastión pirata.

Aunque tomar Kismayo son ya palabras mayores.