Argentina rechazó la extradición de un etarra
La negativa de Emilio Rodríguez Menéndez a ser extraditado a España puede tener éxito si tenemos en cuenta los antecedentes locales sobre este tipo de procesos. En mayo del año 2005 la Corte Suprema argentina, equivalente al Tribunal Supremo español, convalidó la decisión de un juez de primera instancia que evitó la extradición del etarra Josu Lariz Iriondo.
Según la Justicia argentina, los atentados atribuidos a Lariz Iriondo habían prescrito y no podían considerarse delitos de lesa humanidad ya que está condición únicamente era aplicable en caso de que el Estado fuera el responsable de esos crímenes. Gracias a esta decisión, inapelable, el responsable de, entre otros atentados, la explosión de un coche bomba en Eibar, en 1984, donde varias personas resultaron con heridas graves, pudo regresar a Uruguay donde hasta hoy regenta un restaurante.
El etarra disfrutó de su libertad durante la mayor parte del tiempo que duró el proceso de extradición. Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, fue su madrina política en Buenos Aires, donde era realtivamente frecuente verle en restaurantes vascos y acompañados de piqueteros afines al Gobierno de Néstor Kirchner.
Por las razones antes expuestas no sería de extrañar que Rodríguez Menéndez, sin cargos graves en términos comparativos a los del terrorista Lariz Iriondo, termine disfrutando de su libertad en Argentina.
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