El SPD da luz verde a Schulz para negociar con Merkel una nueva gran coalición

Su presidente, Martin Schulz , había lanzado ante los 600 delegados un dramático llamamiento a favor del sí al preacuerdo alcanzado con los conservadores de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermanada Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera, para poder trabajar "por el bien de Alemania y Europa". “Llegó el momento de la verdad", apeló en su discurso ante el pleno del congreso, tras un intenso debate que puso de relieve el alcance de las voces contrarias y los múltiples recelos de buena parte del partido a la que sería la tercera alianza de Gobierno con Merkel .

Consciente de las críticas internas, que echan de menos un "sello socialdemócrata" en el preacuerdo consensuado, Schulz se comprometió a trabajar por "mejorar" lo pactado, con el objetivo de lograr una sanidad pública más igualitaria y levantar las restricciones al reagrupamiento familiar. Aceptaba así parcialmente las condiciones impuestas por algunas de las delegaciones regionales más numerosas, que exigían la inclusión de propuestas que estuvieron sobre la mesa durante los sondeos pero que finalmente no quedaron contempladas en el preacuerdo. El líder socialdemócrata avanzó, asimismo, su intención de "revisar" lo alcanzado a mitad de legislatura, lo que aboca a Alemania., en teoría, a una legislatura de dos años revisables .

A la línea del jefe del partido y el resto de la cúpula se oponían sus Juventudes, los "Jusos", cuyo líder, Kevin Kühnert , insistió ante los delegados que rechazan el preacuerdo no significaba "sentenciar" el fin de su formación. Algunos miembros de los "Jusos" habían recibido a los delegados del SPD, ante el centro de congresos de Bonn, con pancartas contra una gran coalición, que creen que hundirá aún más al partido, que en las elecciones del 24 de septiembre obtuvieron su mínimo histórico, un 20,5 %.

Tras el voto del congreso, se espera que las negociaciones formales de coalición empiecen la próxima semana, a punto de cumplirse cuatro meses después de la celebración de las elecciones generales. De fructificar, el acuerdo definitivo para formar gobierno todavía deberá ser sometido a consulta de los 440.000 militantes socialdemócratas.