Los alemanes se ponen una Kipá en solidaridad con los judíos ante la ola de ataques antisemitas

«Sí he visto a colegas con Kipá en la oficina y de camino al trabajo, por la calle, y me alegro por ello. Doy gracias y sé que lo hacen con muy buena intención. Pero no basta con eso. Mis dos hijos de once y trece años sí son judíos y sí llevaban habitualmente kipá hasta que mi marido, la semana pasada, ha decidido que dejen de llevarlas por las calles de Berlín. Sencillamente porque es peligroso», ha lamentado Sara, judía que advierte que «las muestras de solidaridad están muy bien, pero estamos ante casos de negligencia policial. Todos sabemos dónde pasa y quiénes son los que golpean, pero la policía está a otras cosas». El agresor del cinturón se entregó a la policía voluntariamente , días después y acompañado de su abogado, en medio de la gran polémica mediática, y ha sido puesto en libertad a la espera de juicio.

La iniciativa «Todos con Kipá» ha sido convocada por la principal organización judía de Alemania, que desde hace semanas y a raíz de varios episodios violentos perpetrados contra judíos ha recomendado no llevar la kipá por las calles de Berlín por peligro de la integridad física de los judíos. «Queremos enviar un mensaje contundente contra la falta de tolerancia y el antisemitismo, movilizar a un amplio espectro de la sociedad», ha explicado el comunicado del Consejo Central de los Judíos en Alemania sobre una acción a la que se han adherido representantes políticos y miembros de la Iglesia evangélica.

El alcalde de Berlín, Michael Müller , ha condenado el ataque recordando que «especialmente debido al trasfondo histórico del Holocausto, Berlín está agradecida de que la comunidad judía sea de nuevo visible y que contribuya de manera importante a la diversidad de esta ciudad y esta sociedad tolerantes y abiertas». «Estoy seguro de que la Policía hará todo lo necesario para atrapar al culpable y llevarlo a juicio», ha añadido, mientras que el presidente de la Conferencia de Ministros de Educación y Ciencia, Helmut Holter , ha invitado a transmitir más información acerca del judaísmo en las escuelas. «No basta con reaccionar cada vez que se produce un ataque, tenemos que pasar a la acción», ha dicho en declaraciones a Passauer Neuen Presse.

Levi Salomon , portavoz del Foro Judío para la Democracia y contra el Antisemitismo, califica de «insoportable» el aumento de los ataques antisemitas en plena calle. «Esto demuestra que las personas de fe judía no está seguras aquí», ha denunciado, «y que las fuerzas del orden no hacen nada para evitarlo». El presidente de la Comunidad Judía de Berlín, Gideon Joffe , ha explicado que las agresiones son constantes en colegios y en céntricas calles de la capital alemana. La agresividad contra los judíos es a menudo animada en las letras de canciones de estilo rap, como la firmada por Farid Bang y Kollegah, dos músicos que en su álbum «Jung», brutal, gutaussehend 3 (Joven, bestial y atractivo 3), incluyen letras como «mi cuerpo está tan definido como el de un interno de Auschwitz» y «Haz otra vez un Holocausto, ven con el (coctel) molotov». El hecho de que estos dos músicos hayan sido galardonados con el premio Echo 2018 ha indignado a la comunidad judía alemana y causado amargas reacciones. El director de orquesta Daniel Barenboim ha devuelto su propio premio Echo.

La CDU de Merkel ha propuesto la creación de un registro nacional obligatorio de incidentes antisemitas en las escuelas. «Lamentablemente, muchos directores de colegios han abordado el tema diciendo simplemente que en su colegio no pasa eso», ha explicado Reiner Wendt , del el Sindicato de Policía de Alemania (DPolG). «No se registran de buena gana muchos de los casos de acoso antisemita que han sido cometidos por musulmanes. La forma en la que este tipo de delitos se recopilan ofrece dudas considerables. En el caso de que se ataquen instituciones judías por parte de desconocidos, de forma automática se clasifican adjudicándolos a grupos de extrema derecha, pero una gran cantidad de ellos se cree que han sido cometidos por musulmanes».

La masiva entrada de musulmanes a raíz de la crisis de los refugiados y el hecho de que los atacantes son en muchos casos menores de edad añade dificultades al problema. La policía se queja de que los chicos aprenden el antisemitismo en casa y que la única solución real sería retirar a los padres la custodia.