Un Rey con acento español para Georgia

Regresó junto a su padre, el Príncipe Jorge de Bagrationi, hace cinco años a Tiflis y tuvo que aprender georgiano, «lo cual no fue un esfuerzo, sino un placer».

El presidente Mijail Saakhasvili les devolvió la nacionalidad y reconoció como la legítima familia real. Acompañó a su padre en este viaje de vuelta a una tierra de la que la casa real tuvo que salir en 1810 tras la anexión de Georgia por el Imperio Ruso. El Príncipe Jorge de Bagrationi, ex piloto español de Fórmula 1, campeón de rally y primo segundo del Rey de España, falleció el pasado mes de enero y desde entonces recae sobre los hombros de Davit la responsabilidad de ser el único Bagrationi en suelo georgiano.

«No es el mejor momento para hablar de la restauración de la monarquía porque los rusos siguen ocupando parte del país, pero es un proceso que está siguiendo su curso y cuando el pueblo lo decida, tendrá a su Rey», señala el joven heredero que en la actualidad se prepara para su posible futuro real al lado de su santidad Illa II, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa.

Davit se siente en deuda con España, donde su familia, al igual que otras casas reales venidas de los países del este, encontraron refugio tras los cambios políticos en sus naciones de origen. «España nos apoyó y nos dio la nacionalidad de cortesía. Mi padre y el Rey Juan Carlos eran grandes amigos, pienso que el modelo español es el que deberíamos implantar en Georgia», opina un Davit que vive las últimas semanas volcado en el apoyo a los damnificados por la guerra.