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Las Abuelas de la Plaza de Mayo encuentran en España a la nieta 129

El primer contacto con la mujer, de 42 años, fue en 2013. Transcurridos seis años, la semana pasada aceptó hacerse las pruebas de ADN

Carlos Alberto Solsona, junto a Estela de Carlotto, durante la rueda de prensa en Buenos Aires EFE

ABC

La emoción por vivir algo «grandioso» se mezcla con el «miedo» a lastimarla. Así definió Carlos Alberto Solsona el próximo encuentro con su hija, una bebé robada por la dictadura argentina (1976-1983) cuya identidad ha sido restituida 42 años después y anunciada este martes por la organización Abuelas de Plaza de Mayo, informa Efe.

La mujer, que fue localizada en España, es hija de Norma Síntora, secuestrada cuando estaba embarazada de 8 meses , en mayo de 1977, a los 25 años. Desde entonces ya no se ha vuelto a saber de ella, y hasta ahora tampoco había certezas sobre el paradero del niño o niña que llevaba en su seno, fruto de su matrimonio con Carlos Alberto.

Pero tras más de cuatro décadas de búsqueda y «miles de noches sin poder dormir», Solsona, a sus 70 años, podrá por fin abrazar a su hija -la nieta 129 identificada por Abuelas- y conocerla de forma privada, gracias a un intenso proceso de investigación y a una reveladora prueba de ADN.

Miedo a lastimarla

«No quiero imaginar situaciones, porque tengo sobre todo mucho miedo de lastimarla a ella. Después de esa preocupación principal, va a ser algo grandioso», dijo el hombre a la prensa en la sede de Abuelas en Buenos Aires, en un acto al que acudieron multitud de simpatizantes, así como Marcos, el primer hijo de Síntora y Solsona, que nació en 1976.

«Nunca abandonamos ni la esperanza ni las opciones. Hemos recorrido no sé cuántos barrios de Buenos Aires. Donde había un dato o mínima pista, allí íbamos», aseveró, al remarcar que en estas décadas, como una especie de «mecanismo de autodefensa» se puso una coraza que se hacía cada día más grande. « Cada vez nos quedaba menos tiempo. Tengo 70 años y empecé a buscarla cuando era un treintañero. No solo yo, todos», enfatizó.

Durante la rueda de prensa, la presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela Carlotto , leyó un comunicado explicando la historia de la mujer restituida: su madre, Norma Síntora. Natural de la provincia de Córdoba (centro), Norma se casó con Carlos Alberto en 1975 y ambos militaban en el Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo. A finales de 1976, el matrimonio dejó a su pequeño hijo Marcos al cuidado de sus abuelos por los riesgos de la represión y empezaron a pensar en el exilio.

Pero no les dio tiempo. En mayo siguiente, Norma fue secuestrada junto a una pareja de compañeros de militancia en la localidad bonaerense de Moreno. Los tres continúan desaparecidos .

Se presume que Síntora dio a luz al bebé, al que planeaban llamar Pablo o Soledad, en el centro clandestino de detención y tortura al que fue llevada.

La partida apócrifa de la nieta restituida fue firmada por un médico de la Policía Federal. Las sospechas indican que podría haber nacido en el Centro Clandestino de Detención de Campo de Mayo. Esta supuso una pista para la familia, que presentó la denuncia ante Abuelas por el paradero del bebé, en 2012.

El primer contacto, en 2013

Segun el comunicado de las Abuelas de la Plaza de Mayo, en 2013 el equipo de Aproximación del área de Investigación de Abuelas, contactó a la presunta hija de desaparecidos que vivía en el exterior (España) para invitarla a realizarse el examen de ADN.

El equipo realizó la comunicación por teléfono y quedó en continuarla vía correo electrónico. La mujer adelantó que en 2014 viajaría al país para seguir conversando sobre la posibilidad de analizarse y se le transmitió que la prueba genética también podía efectuarse a través del Consulado. Ante la falta de respuesta subsiguiente, el área de Investigación informó a la presunta nieta que su caso sería derivado a la Unidad fiscal especializada para casos de apropiación de niños durante el terrorismo de Estado.

El juez Sergio Torres tomó la causa y, a través de la representación diplomática del país donde reside la mujer, «intentó en dos oportunidades que se analizara». Ante las negativas, envió un exhorto a la Justicia de ese país, que rechazó realizar un allanamiento para verificar la identidad de la joven.

Las cosas cambiaron hace dos años, cuando en junio de 2017, un allegado de la joven que la incentivó a buscar su origen, se pudo retomar el vínculo. «Este amigo, que vive en la Argentina, fue atendido por el equipo jurídico y el de Presentación Espontánea de nuestra Asociación, para despejar dudas y restablecer los puentes para que la mujer accediera finalmente a analizarse», explica el comunicado.

Hace dos semanas la nueva nieta viajó a Argentina y, por una notificación de Migraciones, se presentó a la Justicia el miércoles 3 de abril. Allí, con intervención del equipo interdisciplinario de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), aceptó realizarse voluntariamente el análisis en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), que arrojó que es hija de Norma Síntora y Carlos Alberto Solsona.

La asociación presidida de Carlotto estima que cerca de 500 bebés fueron robados por la dictadura, que además hizo desaparecer a cerca de 30.000 opositores, según datos de las organizaciones de derechos humanos.

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