Absuelven a un joven que mató a dos personas en las protestas raciales de 2020

El procesado, que tenía 17 de años cuando se produjeron los incidentes, mantuvo siempre su inocencia y defendió que actuó en defensa propia. Las muertes ocurrieron en la noche del 25 de agosto del año pasado, en el verano turbulento después de que un policía asfixiara hasta la muerte en Mineápolis a George Floyd , un hombre negro desarmado, esposado y rodeado de agentes.

Dos noches antes de los sucesos, el 23 de agosto, la policía disparó e hirió de gravedad a un residente negro de Kenosha, Jacob Blake , lo que provocó disturbios violentos en la ciudad. Hasta allá acudió Rittenhouse, vecino de la cercana Antioch (Illinois),simpatizante de milicias y grupos armados de extrema derecha, que se plantó en Kenosah con un amigo, ambos armados, para proteger negocios de los saqueos.

En los disturbios, en los que hubo enfrentamientos entre activistas de extrema izquierda y milicias de extrema derecha, Rittenhouse tuvo un enfrentamiento con otro joven de Kenosha, Joseph Rosenbaum , al que disparó y mató en medio de una pelea. También disparó con el mismo resultado a Anthony Huber , que le golpeó con un patinete y trató de quitarle su arma. Y disparó a un tercero, Gaige Grosskreutz, que le había apuntado con un arma, y al que hirió en el brazo. Rittenhouse, Rosenbaum, Huber y Grosskreutz son blancos.

El juicio, convertido en una nueva trinchera ideológica en EE.UU., fue controvertido. Hubo roces abundantes entre el juez del caso, Bruce Schroeder , y el ministerio público, y también de los fiscales con los abogados de la defensa, que aseguraron que la acusación buscaba sabotear el juicio con la presentación de pruebas no permitidas para provocar su suspensión y reinicio.

Las pruebas presentadas ante el jurado fueron suficientes para decidiera que Rittenhouse obró en legítima defensa, que tiene una interpretación laxa en el estado de Wisconsin . Un testigo aseguró que Rosenbaum , que había lanzado amenazas de muerte, se abalanzó contra Rittenhouse y trató de quitarle el arma; otras imágenes mostraron a Huber golpeando al menor con su patín, y a Grosskreutz con el arma con el que, según se defendió en el juicio, le apuntó. El acusado decidió testificar en el juicio, con sollozos incontenibles, algo que pudo contribuir a convencer al jurado: «No hice nada malo. Solo me defendí».

El caso Rittenhouse es una ventana abierta a la creciente polarización violenta de EE.UU., en la que se mezclan factores como la presencia masiva de armas de fuego en las calles, la expansión de milicias armadas de ultraderecha, el crecimiento de un sentimiento antigubernamental y de autodefensa y las tensiones raciales.

Joe Biden reconoció que el veredicto le dejaba «enfadado y preocupado», como a muchos estadounidense, pero que era «la decisión del jurado». El presidente de EE.UU. dijo que continuaría con su compromiso de asegurar que «todos los estadounidenses sean tratados con igualdad, justicia y dignidad bajo la ley» y exigió que la respuesta al veredicto fuera «pacífica»: «La violencia y la destrucción de propiedad no tienen lugar en nuestra democracia».

Ron DeSantis, gobernador republicano de Florida y uno de los favoritos a competir por la presidencia de EE.UU., celebró la conducta de Rittenhouse: «Vio cómo Kenosha ardía en los disturbios impulsados por la prensa e hizo lo que cualquier ciudadano haría en la situación: dar un paso adelante y defender a su comunidad frente a la violencia de la turba». Otros políticos republicanos, como el gobernador de Texas, Greg Abbott, que se juega el cargo el año que viene, o el senador Ron Johnson, también celebraron el veredicto. La NAACP, la principal organización de derechos civiles de la minoría negra, calificó la decisión del jurado de «farsa».