Polonia se enroca en el nacionalismo

Hace solo unas semanas, muchos analistas se referían a ella como «la Merkel polaca» , pero la crisis de los refugiados está poniendo a cada una de las dos líderes en su sitio y ya nadie se atreve ya a hacer esa comparación en voz alta. Al igual que dos tercios de los polacos, Szydlo rechaza la llegada de refugiados a su país con argumentos que publica en toda su crudeza quien la impulsó a entrar en política y la designó candidata el pasado mes de junio, Kaczynski.

«Hemos detectado signos de la aparición de una enfermedad muy peligrosa que no existía en Europa desde hace mucho tiempo: el cólera en las islas griegas, disentería en Viena. Algunos hablan de otras enfermedades todavía más serias . Hay incluso otras relacionadas con la geografía. Todo tipo de parásitos y protozoos, que son inocuos para esas personas, aquí podrían ser peligrosos», ha dicho el ex primer ministro. Hasta el momento, Polonia ha acogido a 200 inmigrantes cristianos sirios cuya entrada fue gestionada por una fundación privada. La cifra está muy lejos de los más de 9.000 refugiados que le propone Bruselas y Szydlo promete reiteradamente en campaña que eso seguirá siendo así.

La victoria de Andrezej Duda, en las presidenciales del pasado mes de mayo, ha allanado el camino del PiS, en la medida en que ha sentado los precedentes para un significativo un giro diplomático hacia los países de Europa del Este y con la abierta intención de dar la espalda a Bruselas. Duda hizo su primer viaje oficial a Estonia y está mediando para que la OTAN juegue un papel más importante en la zona, envuelto en una política exterior que gira en espiral alrededor de la desconfianza reforzada hacia Rusia .

La anexión de Crimea y la guerra en Ucrania han llevado a la creación de milicias de voluntarios que se entrenan para un supuesto e improbable ataque de Moscú . En muchos casos son organizadas directamente por el PiS y organizaciones afectas y una de sus propuestas electorales es pagar a los jefes de estos grupos de los fondos públicos y aumentar un18% el presupuesto de defensa. En la actualidad es del 2% del PIB.

El auge del PiS se nutre de un sustrato nacionalista real en el electorado polaco y de una coyuntura geopolítica que remueve miedos ancestrales, pero también de un mercado laboral que no consigue dar un empleo a una cuarta parte de los jóvenes polacos , excluidos del crecimiento del 3% que Szydlo promete multiplicar luchando contra las grandes multinacionales extranjeras, a las que acusa de evasión fiscal, y contra las grandes cadenas de supermercados, en su mayoría también foráneas.