Nuevo incendio provocado en un centro para refugiados en Suecia

La policía investiga, además, el incendio que se produjo el pasado fin de semana en una antigua escuela acondicionada para recibir emigrantes al sur de Gotemburgo y otros dos que destruyeron sendos centros de asilo en Ljunby y Arlöv, al sur del país. El pánico ante estos ataques xenófobos ha llevado a algunas autoridades locales a mantener en secreto el lugar de acogida de los inmigrantes. «Después de los incidentes de la semana pasada en el sur de Suecia, creo que no debemos hacer públicas las direcciones de asilo. Nos arriesgamos a que vengan matones a quemar nuestras instalaciones», declaró Ewa Klingfors , directora de los servicios sociales del ayuntamiento de Umeä, municipio situado al norte del país.

Con uno de los sistemas de bienestar social más generosos del mundo, Suecia se enfrenta a una oleada de refugiados sin precedentes. La estación de Malmoe es uno de los principales puntos de entrada en el país y, tal como pudo comprobar ABC, los casi 500 refugiados que llegan a diario son atendidos de inmediato por miembros de la Cruz Roja y de la Agencia de Migración (Migrationsverket) que les ayudan en los trámites necesarios para la solicitud de asilo y para encontrar un centro de acogida.

En lo que va de año, Suecia ha recibido a 95.430 personas en busca de asilo y, según el primer ministro, Stefan Lofven, se podría llegar a más de 150.000 al finalizar 2015. Esta cifra supondría el doble de inmigrantes que recibió en 1992 en plena guerra de los Balcanes, por lo que las autoridades han pedido ayuda a municipios y empresas para poder albergar a los refugiados ante la inminente llegada del invierno.