Las Damas de Blanco piden reunirse con el Papa Francisco en su próxima visita a Cuba

La Nunciatura Apostólica en Cuba confirmó la reunión con el grupo disidente, sin aportar más detalles. Sin embargo, Soler explicó que había informado al nuncio sobre la situación de los derechos humanos en la isla y le entregó un cederrón que reunía «los testimonios de Damas de Blanco y militantes que han sido víctimas de la represión de las últimas semanas», así como una lista con los prisioneros políticos cubanos (al menos sesenta).

Precisamente, la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn) ha denunciado esta semana que en junio hubo al menos 563 detenciones por motivos políticos en el país. Una cifra inferior a la registrada en mayo por este grupo disidente, pero «muy alta» en el contexto americano. La disidencia interna cubana denunció el lunes al menos un centenar de arrestos el pasado fin de semana y agresiones por parte de la Policía.

Berta Soler también trasladó al nuncio su preocupación por una posible represión de los opositores cubanos en el marco de su visita, «porque cuando Benedicto XVI vino a Cuba (marzo de 2012), el Gobierno detuvo a centenares de opositores para impedir que asistieran a las misas celebradas». Durante el segundo viaje de un Pontífice a la isla (el primero fue el de Juan Pablo II a principios de 1998) Soler ya pidió audiencia a Benedicto XVI, pero no tuvo éxito.

El Santo Padre -cuya mediación ha sido clave en el deshielo entre EE.UU. y Cuba - recibió al presidente Raúl Castro en una audiencia privada el pasado mayo. Al finalizar el encuentro, Castro hizo unas declaraciones que dieron la vuelta al mundo: «Si el Papa sigue así, volveré a la Iglesia católica» .

Galardonadas con el Premio Sajarov del Parlamento Europeo en 2005, las Damas de Blanco es el único movimiento autorizado desde 2010 a realizar marchas cada domingo en un perímetro determinado de la quinta avenida de La Habana, junto a la iglesia de Santa Rita . Con frecuencia estas marchas terminan con detenciones de disidentes, en general por unos días o unas horas.