Los enredos judiciales de Silvio Berlusconi

La última ha sido este miércoles, que ha sido condenado a tres años de prisión por corrupción y financiación ilícita , al ser reconocido como culpable de haber comprado, en 2008, a varios senadores del centroizquierda, los cuales hicieron caer el Ejecutivo progresista de Romano Prodi.

Estas son sus principales causas ante la justicia:

Hace cinco meses, el antiguo «Cavaliere» cumplió una pena de un año de trabajos sociales por un delito de fraude fiscal en el llamado «Caso Mediaset». Se le juzgó por la compraventa de derechos de transmisión de películas estadounidenses por valor de 470 millones de euros por parte del grupo audiovisual.

El juicio se inició en 2006 y se reanudó en febrero de 2011, tras permanecer suspendido varios meses, a la espera de que la Corte Constitucional se pronunciara sobre la llamada ley del «legítimo impedimento», escudo judicial del que se sirvió Berlusconi cuando ocupaba la jefatura del Gobierno para no acudir a las audiencias y que quedó parcialmente invalidado.

Por otra parte, el Tribunal Supremo de Italia confirmó en marzo de este año la prescripción del «caso Unipol» por el que Berlusconi y su hermano Paolo fueron condenados en primer grado por la publicación ilícita de escuchas telefónicas.

El caso Unipol se remonta a 2005, cuando Il Giornale publicó una conversación entre el presidente de la aseguradora Unipol, Giovanni Consorte, y el entonces líder del partido Demócrata de Izquierda (DS), Piero Fassino, sobre el supuesto intento de ambos de hacerse con el control de Banca Nazionale del Lavoro (BNL).

Tal vez el Caso Ruby haya sido el golpe más duro para Silvio Berlusconi, acusado de abuso de poder y de incitación a la prostitución de menores. También ha sido el más sonado en los medios de comunicación por sus matices sensacionalistas . Pero este marzo, el Tribunal Supremo confirmó su absolución, aunque llegó a ser condenado en primera instancia a siete años de cárcel.

En el centro de la controversia se encontraba la joven marroquí Karima El Marough , conocida popularmente como «Ruby Robacorazones», quien supuestamente habría mantenido relaciones sexuales de pago con Berlusconi antes de que ella alcanzara la mayoría de edad.

De la relación con Ruby provenía la acusación de abuso poder contra Berlusconi, por la llamada que éste realizó en 2010 a una comisaría de Milán para exigir la liberación de la joven tras un robo, argumentando que se trataba de la hija de Hosni Mubarak. De las famosas fiestas ( «bunga bunga» ) que el ex mandatario celebraba en su mansión de Arcore, surgía la acusación de incitación a la prostitución de las menores invitadas.

Pero finalmente el fallo dictado en apelación en 2015 determinó que Silvio Berlusconi no tenía por qué saber entonces que la joven era menor de edad .