La supuesta lobotomía que realizaron a Eva Perón para apaciguar su rebeldía

Eva Perón –la esposa del presidente de Argentina Juan Domingo Perón y una influyente figura por derecho propio entre los movimientos obreros de mediados del siglo XX– mostró los primeros síntomas del cáncer de cuello de útero que acabó con su vida en 1950, cuando sufrió un desmayo en el acto de fundación del Sindicato de Taxistas . El avance del cáncer quebró su salud en muy poco tiempo y la obligó a pasar en cama la mayor parte de sus últimos días . Además de recibir varias sesiones de radioterapia, quedó testimonio de que, poco antes de morir, en mayo o junio de 1952 se le efectuó probablemente una lobotomía prefrontal neuroquirúrgica en Buenos Aires, como tratamiento del dolor, la ansiedad y la agitación derivados del cáncer metastásico.

La lobotomía cerebral, que es la sección quirúrgica de uno o más fascículos nerviosos de un lóbulo cerebral, era una práctica habitual para combatir casos extremos de ansiedad crónica, depresión con riesgo de suicidio y desordenes obsesivo-compulsivo. Su uso, como en el caso de Eva Perón, para reducir el dolor durante enfermedades terminales también era habitual . No en vano, Nijensohn plantea ahora que detrás de la operación efectuada a la política argentina pudo haber otras motivaciones más oscuras que simplemente el reducir el dolor. « La operación llamada lobotomía prefrontal era indicada para tratar enfermedades psiquiátricas , para calmar dolor severo del cáncer y para modificar la conducta y personalidad en individuos violentos y belicosos», explica Nijensohn en declaraciones a BBC Mundo .

La tesis de Nijensohn sostiene que Evita –que lideraba el ala izquierdista dentro del Peronismo – radicalizó su conducta en los últimos años y coqueteó con la idea de militarizar a los obreros, lo cual causó una gran preocupación en su marido. «La cadena de acontecimientos que terminó en la lobotomía se inició con la compra de armas al príncipe Bernardo de Holanda , en septiembre de 1951, para comenzar a entrenar a milicias obreras», defiende el profesor honorario en la Universidad de Yale . Fue al tener Perón conocimiento de estos movimientos de su mujer cuando habría ordenado la lobotomía de Evita para «pacificarla, disminuir su violencia y beligerancia , y de ese modo prevenir una probable guerra civil entre las dos alas del Peronismo».

Si bien es complicado confirmar la hipótesis de la lobotomía con intenciones ocultas, si existen varias evidencias de que la política argentina fue objeto de esta arriesgada operación quirúrgica. El procedimiento habría sido realizado por el célebre neurocirujano estadounidense James L. Poppen , un experto en lobotomías prefrontales de la Clínica Lahey, en Boston . Asimismo, el neurocirujano húngaro George Udvarhelyi confirmó esta teoría en una entrevista en 2005, donde dijo haber participado en la lobotomía de Evita asistiendo a Poppen.

La teoría de Nijensohn, no obstante, ha sido fuertemente contestada desde los círculos peronistas que la han calificado como un intento de desprestigiar el legado de Juan Domingo Perón . « Es una canallada meterse con alguien que está muerto », cuenta Lorenzo Pepe , presidente del Instituto Nacional Juan Domingo Perón , también en declaraciones a BBC Mundo.

Pero la lobotomía solo es una de las muchas polémicas que rodean la muerte de Eva Perón. Su cuerpo embalsamado fue secuestrado por el gobierno militar que derrocó a Perón en 1955  y se mantuvo oculto hasta los años setenta. Cuando fue devuelto le faltaba un dedo, lo que generó muchísimas especulaciones sobre quién estaba detrás de aquella mutilación al cadáver de la política argentina.