Las elecciones regionales en Italia frenan a Renzi

El resultado del escrutinio, de una lentitud sorprendente siempre en Italia , seguirá aún en las próximas horas en algunas regiones, sobre todo en Campania, permite destacar cuatro protagonistas. En primer lugar, Matteo Renzi, quien podrá decir que ha ganado en cinco regiones y solo ha perdido en dos, pero en Liguria, una región clave en el análisis político, ha sufrido una clara derrota. El resultado en esta región es considerado como un laboratorio de la política nacional para el futuro. Aquí ha ganado el centro-derecha, porque se presentaba unido, con el apoyo incluido de la Liga Norte, mientras el centro izquierda ha perdido por sus divisiones internas. Consideraba Renzi que, ante los problemas que le plantea el ala izquierda de su Partido Democrático (PD) en su gestión de gobierno, podía convenirle que esa minoría abandonara el partido. Pero Liguria ha demostrado que a la izquierda del PD hay un espacio político que puede hacer mucho daño a Renzi. En Campania ha ganado el centro-izquierda, pero su candidato, incluido en una lista de impresentables realizada por la Comisión Antimafia, seguramente le obligará a no poder ocupar el cargo. El primer ministro ha podido comprobar que el 40,8% que obtuvo en las urnas en las elecciones europeas de hace un año queda muy lejos . No hay datos aún definitivos de los porcentajes totales de los partidos, aparece muy claro que la magia que parecía envolver a Matteo Renzi se ve hoy ensombrecida.

A la vista de los decepcionantes resultados de Renzi, motivados en buena parte por la guerra interna que le ha hecho la minoría de izquierdas de su partido, ahora se abrirá un duro ajuste de cuentas en el seno del PD.

El segundo ganador de estas elecciones ha sido Matteo Salvini, líder de la Liga Norte , que además de arrasar en Veneto, ha sido fundamental en la victoria del centro-derecha en Liguria, donde ha duplicado en votos a Forza Italia, obteniendo también altos porcentajes en Umbria y Toscana. Liga Norte ha superado en casi todas las regiones a Forza Italia de Silvio Berlusconi, pasando de ser un movimiento local a un partido nacional. Este éxito de Matteo Salvini lo ha fundamentado con su radical oposición al euro, a la inmigración, y el abandonado del separatismo tradicional de la Liga, abrazando un nacionalismo al estilo Le Pen. Con este resultado, Salvini conquista el papel del nuevo líder del centro-derecha. Su aspiración es la de encabezar una coalición del centro-derecha en las próximas elecciones generales, pero para ello deberá moderar mucho sus formas y lenguaje político.

El Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo es el primer partido en tres de las regiones –Liguria, Campania y Apulia- y obtiene buenos resultados también en el resto de las regiones, con lo cual el cómico exulta, aunque en esta campaña apenas ha aparecido. Esto significa que su Movimiento, que en las europeas dio síntomas de agotamiento, ahora resurge y sus “grillini” pueden jugar sin él un papel relevante en la política italiana. El M5E se ha visto beneficiado por el abstencionismo, por el caos en que se han desenvuelto estas elecciones y por la hostilidad que muestra el electorado hacia la clase política, que ve aún envuelta en demasiados casos de corrupción.

Finalmente, otro protagonista destacado ha sido Silvio Berlusconi, el líder de Forza Italia. Por enésima vez, los analistas lo daban por muerto, pero seguramente han vuelto a equivocarse . Es verdad que por primera vez la Liga Norte ha superado a Forza Italia, lo que es un dato histórico, pero la victoria en Liguria de Giovanni Toti, su consejero político, ha sido una obra maestra personal. En cualquier caso, los resultados de Forza Italia son decepcionantes para Berlusconi, lo cual le impedirá seguramente, como era su deseo, el jugar un papel de director en la necesaria refundación del centro-derecha.

En definitiva, solo aumentan en votos la Liga Norte y el M5E , lo que significa que el resto de los partidos están inmersos en una crisis, como demuestra el alto porcentaje de abstención, con un italiano de cada dos ausente de las urnas.