Miles de refugiados en viejos mercantes hacia Italia pagan hasta 6.500 euros por persona

Parten en general desde Turquía, Grecia hace la vista gorda desde sus puertos, y cuando están a pocas millas de las costas italianas, los traficantes les ponen el piloto automático y las abandonan como naves fantasmas.

Este cambio de estrategia es debido a que los refugiados procedentes de Siria están dispuestos a pagar precios más altos por el viaje: incluso hasta 8.000 dólares (6.500 euros) cada uno [5.000-6.000 dólares es el precio normal por persona], pero pretenden el uso de medios más seguros que los ofrecidos por naves mucho más pequeñas que partían desde Libia.

Desde septiembre, Italia ha intervenido para interceptar y salvar 15 embarcaciones. Los dos últimos episodios con este tipo de naves fantasma llegadas a Italia, el Blue Sky, con 797 mujeres, hombres y niños sirios, literalmente hacinados como mercancía, y el Ezadeen, con 450, han puesto en evidencia el drama que se vive en el Mediterráneo. Y todo ello ante la indiferencia de la Unión Europea, lo que lleva al «Corriere de la Sera» a criticar, en un duro editorial, la gestión de Bruselas y los egoísmos nacionales.

Por otro lado, el viento del mar no cancela el olor a quemado y a muerte que se respira en el Norman Atlantic , el ferry que se incendió en la noche del domingo y que ha sido remolcado hasta el puerto de Brindisi. El fiscal Ettore Cardinali subió ayer a bordo con bomberos, porque, aunque el fuego está controlado, en varias partes de la nave hay todavía fenómenos de combustión y temperaturas muy elevadas en el garaje, donde se sospecha que pueden estar entre 10 y 15 pasajeros que se da todavía por desaparecidos.

Los investigadores siguen con los interrogatorios, para desvelar los misterios del incendio y posibles errores cometidos antes y durante la fase del naufragio. El comandante, Argilio Giacomazzi, ha reconocido que lanzó la alarma general «cuando las llamas eran ya incontrolables, porque antes habría creado el pánico». Obviamente, el pánico se creó igualmente y la tripulación fue incapaz de controlar la evacuación. La investigación se centra también sobre un posible exceso de carga, con la presencia de 128 camiones, cargados de aceite de oliva altamente inflamable, 90 automóviles y 2 autobuses.