Peshawar entierra a sus muertos entre escenas de dolor y duelo

Pequeños ataúdes rodeados de gente se mezclan con flores, vigilias y lágrimas en las imágenes que emiten las televisiones locales en el primero de los tres días de luto decretados por el Gobierno.

Al entierro de Zeeshan Safdar en su localidad natal de Nowshera, a 43 kilómetros de la ciudad de Peshawar donde fue atacada la escuela gestionada por el Ejército , acudieron cientos de vecinos de pueblos cercanos, según ha mostrado la televisión Geo.

Entre la muchedumbre, su madre gritaba para que no le separasen de su hijo, de «su vida». Después de que el ataúd fuese sepultado, la mujer ha explicado entre lágrimas a las cámaras que Safdar le había pedido arroz para cenar.

Osama Khalid también murió el martes y ha sido sepultado este miércoles entre rezos de su familia y su comunidad en Peshawar. «Crié a mi hijo durante 20 años y en 20 minutos estos terroristas inhumanos me lo han quitado», ha dicho el padre del joven, que ha añadido que estaba orgulloso de su hijo, que se ha convertido en un «mártir».

Más joven era Maria Farooqi que, con apenas 14 años, fue asesinada en la escuela el mismo día que su padre le prometió un teléfono móvil si sacaba buenas notas en los exámenes que se realizaban el día del ataque. «Le di un beso y le dije que le compraría un teléfono si sus resultados eran buenos», ha explicado el padre a las televisiones locales tras un multitudinario entierro.

Por otro lado, tres trabajadores de la Escuela Pública del Ejército de Peshawar, asaltada el martes por milicianos talibán , han muerto este miércoles en el hospital Lady Reading como consecuencia de la gravedad de las heridas sufridas en el ataque, según ha informado el diario local «Dawn».

Fuentes del centro médico han confirmado que los tres empleados de la escuela han fallecido y que el balance del atentado talibán se ha elevado hasta las 144 víctimas mortales. El ataque es uno de los más graves perpetrados en Pakistán en los últimos años.

El primer ministro del país, Nawaz Sharif, y altos cargos del Gobierno paquistaní han asistido este miércoles a un funeral en memoria de los más de 140 fallecidos, de los cuales 132 eran estudiantes de este centro educativo vinculado a las Fuerzas Armadas paquistaníes.