¿Quién es el presidente interino de Burkina Faso?

A su regreso se convertiría en uno de los hombres fuertes del general Gilbert Diendéré, principal aliado de Compaoré y una de las figuras clave de la socio-política del oeste de África. Siempre cerca del poder, pero no demasiado.

Precisamente, esta cuestión parece haber sido la tumba política de Honoré Nabere Traoré, jefe de Estado Mayor, y quien asumió el nuevo Gobierno el pasado viernes, nada más producirse la marcha de Compaoré. Entonces, parte del Ejército no reconoció la autoridad de Traoré, lo que provocó un enfrentamiento entre el nuevo mandatario, el teniente coronel Zida, e, incluso, el general retirado Kouamé Lougué. Circunstancia que provocaría que, solo un día después, el sábado, Zida fuera elegido nuevo presidente. Tres mandatarios en apenas 24 horas.

De igual modo, la experiencia del teniente coronel con los golpes de Estado no es nueva. En 2011, en su papel de miembro de la guardia pretoriana de Compaoré, el militar fue uno de los supervivientes de las protestas que demandaban la salida del dictador. Tres años después, tras proteger a su líder, paradojicamente Zida se convertía en nuevo mandatario.

Por cuánto tiempo es ya otra cosa. El lunes, la cúpula del Ejército brukinés volvía a reiterar su interés en crear un Gobierno de transición.

«El poder no nos interesa. Únicamente prima el interés superior de la nación, y el Ejército es una institución donde el honor, la dignidad y el espíritu de sacrificio constituyen sus virtudes sagradas», destacaba el presidente a través de un comunicado.

Para Zida, «las Fuerzas Armadas quieren recordar que nunca han querido interferir con las actividades políticas y que si hoy tienen que asumir el liderazgo del proceso de transición ha sido tras el llamamiento de las fuerzas vivas de la nación ante un caos que podía instalarse (en Burkina Faso)».

Solo el tiempo, eso sí, podrá juzgar las palabras del actual mandatario.