La presidenta argentina, hospitalizada con un «cuadro febril infeccioso»

La ambigüedad del parte médico, donde no se identifica ni se dan más detalles del mal que padece Cristina Fernández, desató diferentes rumores y especulaciones sobre la salud de la viuda de Néstor Kirchner que permanece, desde el domingo por la tarde, internada en el mencionado centro, el mismo donde nació su nieto Néstor Iván y donde ella misma ha sido tratada en ocasiones anteriores.

Los achaques de salud de la presidenta de Argentina no son nuevos. A principios de año, Cristina Fernández, se vio obligada a guardar reposo por una bursitis o inflación de un sector de la cadera. En marzo, durante una visita al Vaticano, se tropezó con la alfombra del hotel en el que se hospedaba y como consecuencia, se hizo un esguince en el tobillo izquierdo. En julio un problema de garganta, habituales en ella, provocó la suspensión de un viaje oficial a Paraguay. Los médicos dijeron entonces que padecía una «faringolaringitis aguda», un cuadro similar a otro sufrido a mediados del mes pasado por el que tuvo que suspender la agenda oficial dos días.

El episodio más grave se produjo el pasado año, cuando tuvo que someterse a una intervención craneal para drenarle un hematoma o «colección subdural crónica» que la tuvo apartada de la Casa Rosada más de un mes.

Un año antes la presidenta fue operada de lo que inicialmente se informó como cáncer en la glándula tiroides. Tras la intervención los médicos confirmaron que en realidad se trató de nódulos benignos. Bajadas de tensión y afecciones recurrentes de garganta, forman parte de un cuadro frecuente en Cristina Fernández de Kirchner.