El Tribunal Supremo de Portugal sentencia que el sexo pierde importancia con la edad

El caso se remonta a 1993, cuando la paciente se sometió a una cirugía en la zona vaginal para que la retirasen dos glándulas y así evitar las graves infecciones que tenía de forma regular. Durante la operación, los médicos de la Maternidad Alfredo da Costa habrían cortado un nervio que no debían y provocaron daños graves en la salud de la mujer, quien además de sufrir incontinencia de orina y un dolor crónico no ha podido volver a mantener relaciones sexuales. En una primera instancia el Centro Hospitalario de Lisboa Central, al que pertenece la maternidad, fue condenado a pagar una indemnización de 175.000 euros. La entidad recurrió al Supremo y éste ha bajado el valor a los 111.000 euros justificando la decisión con la referida sentencia.

La Asociación de Mujeres Juristas ha reaccionado a la veredicto del STA recordando que la edad «potencia el pleno goce» de la sexualidad. Critican a los jueces por atentar contra los derechos constitucionales, entre ellos el derecho a «una vida sexual activa». La decisión va en contra «de los derechos sexuales y reproductivos, que son derechos fundamentales personales, protegidos y tutelados por la Constitución de la república y por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos». La asociación cree que ni la edad ni la maternidad impide el ejercicio de tal derecho y que «la práctica sexual no se agota ni se reconduce de modo exclusivo a la procreación». Por todo ello exigen que se revise la sentencia porque la actual es inconstitucional.