Las contradicciones de Obama

Obama dijo en enero que el Estado Islámico era un grupo de aficionados (un «jayvee team», término que se utiliza para los equipos deportivos universitarios que compiten en ligas menores). Ahora lo presenta como una «amenaza» que es «única en su brutalidad».

Cuando estalló la guerra civil en Siria, Obama se resistió a armar y apoyar grupos rebeldes moderados, desoyendo las opiniones de altos asesores, como la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el director de la CIA, el general Petraeus. En agosto seguía considerando que «siempre ha sido una fantasía» pensar que armar a esos grupos habría supuesto un cambio. En su nueva estrategia, el apoyo a esos combatientes es el elemento clave para terminar con el EI en Siria.

Cuando en 2013 pareció que iba a atacar Siria por el uso de armas químicas, consideró preceptivo, por cuestiones políticas, que el ataque se sometiera a votación en el Congreso. En estos momentos no cree necesario que en el Capitolio se produzca ningún refrendo.

En su campaña electoral de 2008 insistió en que la actitud de la anterior Administración había alienado al mundo árabe y eso explicaba algunos atentados contra intereses de EE.UU. en varias partes del planeta. Pero esos ataques han seguido a pesar de la mano tendida inicialmente por Obama a los musulmanes, y ahora él mismo está realizando bombardeos en la región.

En su campaña de 2012 repitió que la marea de la guerra estaba bajando y que el extremismo islamista había quedado diezmado. Ahora las tropas de EE.UU. vuelven a Irak por los actos de «barbarismo» del Estado Islámico.

En su discurso a la nación de este miércoles, presentó como misión cumplida la destrucción de las armas químicas del régimen sirio, pero cuidó añadir el adjetivo «declaradas». Efectivamente, diversas informaciones aseguran que Al Assad escondió parte de su arsenal e informes de la Naciones Unidas apuntan a que han sido usadas de nuevo.

Obama ha presentado la nueva ofensiva como algo distinto a las guerras de Irak y Afganistán, y en cambio parecido a las campañas con «drones» llevadas a cabo por EE.UU. contra terroristas en Yemen y Somalia. Pero aunque estas las calificó de «exitosas», la actividad terrorista en esos países sigue, lo que hace prever que la acción contra el EI también durará años.