La presencia de la Guardia Nacional no frena las protestas en Misuri
El capitán de la Patrulla de Carreteras de Misuri, Ron Johnson, ha remarcado que los manifestantes pacíficos «no son el enemigo» sino los «delincuentes que saquean comercios»
efe
El despliegue de la Guardia Nacional no redujo la tensión en Ferguson (EE.UU.), que esta madrugada vivió una de las jornadas de disturbios más duras desde el comienzo de las protestas por la muerte de un joven afroamericano desarmado a manos de un ... policía, que acabó con dos heridos de bala y 78 detenidos.
Centenares de personas volvieron a ocupar la Avenida West Florissant de Ferguson, epicentro de las protestas, en una concentración que comenzó pacífica y terminó con enfrentamientos entre manifestantes y policía y el uso de gases lacrimógenos.
«Los manifestantes pacíficos no son el enemigo, ellos no. Pero hoy hemos tenido disparos. Dos personas han tenido que ser trasladas a un hospital y quienes les dispararon no eran agentes », explicó el capitán de la Patrulla de Carreteras de Misuri, Ron Johnson, en declaraciones difundidas por las principales cadenas de televisión.
Johnson, encargado de supervisar la seguridad de Ferguson, apuntó que la gran mayoría de los manifestantes se había comportado de modo «pacífico», pero un grupo de «delincuentes» aprovechó la ocasión para atacar a la policía con cócteles molotov, y que a los detenidos se les incautaron dos armas de fuego.
Según dijo, algunos de ellos se habían desplazado a Ferguson desde lugares tan lejanos como Nueva York y California, ante la notoriedad nacional que han adquirido los disturbios.
El despliegue de la Guardia Nacional, la milicia estatal que suele movilizarse en catástrofes naturales y también para afrontar situaciones de desorden público, no sirvió para calmar la situación en Ferguson, en la novena jornada de protestas tras la muerte del joven Michael Brown, cuyo cadáver, según adelantaron los abogados de la familia, será enterrado el próximo lunes.
La tensión creció a partir de las 22.00 hora local (03.00 GMT), cuando la Policía comenzó a avisar a los manifestantes de que debían despejar la calle si no querían ser arrestados, después de que varias personas lanzaran cócteles molotov, botellas y otros objetos contra los agentes.
Casi dos horas después, justo antes de la medianoche, los agentes empezaron a avanzar hacia los manifestantes , ataviados con material antidisturbios y alertando a través de los altavoces de que el área dejaba de ser segura, la gente debía volver a sus casas y los periodistas debían salir de la zona de las protestas.
La mayoría de los manifestantes atendieron la orden, aunque un grupo reducido -menos de cien personas- se resistió y en ese momento se sucedieron los arrestos, que sumaron 78, según la policía.
Algunas de las personas que participaron en la protesta aseguraron en las redes sociales haber escuchado el sonido de disparos y la cadena Fox informó de que al menos una persona había resultado herida de bala, en una mano.
A la 1 .00 de la madrugada (6.00 GMT) la zona de protestas estaba bloqueada con barreras y por agentes, de manera que algunas personas tuvieron problemas para abandonar el lugar con sus vehículos. A lo largo de la noche el fuego también fue protagonista: los manifestantes lo usaron para evitar el avance de la policía y se produjo un incendio en un edificio.
Las protestas han llevado a decidir el cierre de las escuelas en esta pequeña ciudad cercana a Saint Louis el resto de la semana como medida de precaución. La Administración Federal de Aviación (FAA) ha extendido las restricciones de vuelo sobre Ferguson -no a menos de 1.000 metros de altura- hasta el día 25 de este mes.
Asimismo, el rapero Nelly, que creció en San Louis, se unió a las protestas con una camiseta en la que se leía «#MikeBrown». El rapero pidió marchas pacíficas y evitar saqueos y enfrentamientos.
La madre de Trayvon Martin, un adolescente afroamericano muerto por un vigilante voluntario en Florida, escribió una carta para la familia de Brown que ha publicado la revista Time en la que asegura que le gustaría poder decir que «todo va a ir bien», sin embargo, «sus vidas han cambiado para siempre».
El lunes, la autopsia preliminar privada encargada por la familia reveló que el policía disparó al menos seis veces al joven que, según el médico forense, murió debido al último tiro que recibió en la cabeza. El policía Darren Wilson, de 28 años, para el que la familia de Brown pide que se le imputen cargos criminales, ha sido retirado temporalmente del cuerpo.
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