Recep Tayyip Erdogan, el aclamado nuevo presidente de Turquía

Más allá de ser visto como un político de talante autoritario -por más que gane en las urnas- Erdogan se ha visto salpicado por acusaciones de corrupción .

Pocos dudaban de que el líder turco lo tenía todo atado y bien atado ante las presidenciales de ayer. Su plan era conocido. Quería dar el salto y dejar de ser jefe del Gobierno para pasar a ser presidente «con poderes». La Constitución turca no otorga al jefe del Estado todas las prerrogativas que la ambición de Erdogan necesita, pero todo apunta a que ya se encargará él de amoldar lo escrito a sus deseos. Turquía, con la calle claramente fracturada, va a pasar a ser un régimen presidencialista. Eso sí, curioso, cuanto más contestado es en la calle, más apoyos recibe en las urnas por parte de quienes lo consideran un verdadero líder del pueblo.