El Universal justifica su viraje ideológico «por su libro de estilo»

Sin embargo, en los últimos días más de veinte articulistas de la sección de Opinión –contrarios al chavismo casi todos ellos– han renunciado o se han visto obligados a renunciar a su colaboración con el rotativo tras haber visto censurado su trabajo. El propio diario ha publicado un editorial en el que asume un cambio de rumbo que justifica por el Manual de Estilo: «En los últimos días se han presentado una serie de inconvenientes en la muy importante sección de Opinión de El Universal a partir de la entrada en vigencia de nuevas normas para el tratamiento de los artículos que implican, como ya se dijo, retomar el Manual de Estilo». «Es lamentable que algunos articulistas hayan denunciado hechos que generan debates públicos sobre despidos y censuras», añade el editorial que concluye: «Se está en revisión de la sección de Opinión. Esperamos que los inconvenientes generados por los cambios se solucionen adecuadamente».

A algunos articulistas la dirección del periódico les comunicó a través de un escueto mensaje por correo electrónico la imposibilidad de publicar sus trabajos por la «reestructuración editorial» llevada a cabo. Es el caso de Óscar Hernández, que recibió este mensaje: «Lamento tener que informarle que debido a la reestructuración editorial que adelanta el diario El Universal se han hecho una serie de ajustes y por esta razón ya no podremos darle curso de publicación a sus artículos temporalmente».

El ex ministro para la Reforma del Estado, Carlos Blanco, señaló asimismo a ABC que su columna fue censurada tras 15 años de publicación. «Me dijeron personalmente que la presidencia del diario no iba a publicar mi artículo por considerarlo inconveniente. A partir de esa censura tomé la decisión de no escribir más en El Universal». El columnista Adolfo Salgueiro también pasó por el mismo trance: «Me comunicaron vía correo que el propio presidente del diario decidió que mi artículo no se publique mañana por ser inconveniente. Previamente Miguel Maita, jefe de la sección de opinión, había acusado recibo, confirmando que todo estaba OK». En tanto que Adolfo Taylhardat dijo adiós al diario tras once años de colaboración. Su último artículo titulado «Amanecerá y veremos» fue censurado en los siguientes términos: «Le pedimos por favor envíe un nuevo artículo que no contenga adjetivos calificativos».