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El vicepresidente de Argentina, a un paso del procesamiento

Amado Boudou está en el centro del escándalo por la fábrica de papel moneda

El vicepresidente de Argentina, a un paso del procesamiento reuters

carmen de carlos

El escenario se complica para el vicepresidente de Argentina, Amado Boudou y para la presidenta que le eligió, a dedo, para acompañarle en las últimas elecciones. El número dos, al menos en teoría, del Gobierno recibió una citación a «indagatoria», antesala del procesamiento, en una de las decenas de causas judiciales que tiene en lista de espera. Se trata del caso Ciccone, el más escandaloso porque en el centro de la presunta corrupción se encuentra la imprenta para imprimir pesos, el papel moneda de curso legal en Argentina.

El Juez Federal Ariel Lijo citó —el 15 de julio— a Boudou, a los empresarios involucrados y a su círculo íntimo del que el vicepresidente se había desvinculado. Es el caso de Alejandro Vandenbroele, socio y testaferro suyo según la ex esposa del hombre cuya suerte parecería ir de la mano de la del vicepresidente.

El magistrado, en la citación, sospecha que Boudou —desde el Gobierno— y sus socios se organizaron para sacar de la quiebra a la imprenta Ciccone , convertirse en sus propietarios y preparar el terreno para que se le adjudicara posteriormente la impresión del dinero. Dicho en sus términos, «Boudou, aprovechando su condición de funcionario público, y Nuñez Carmonahabrían acordado con Nicolás y Héctor Ciccone, y Guillermo Reinwick la cesión del 70% de la empresa "Ciccone Calcográfica" a cambio de la realización de los actos necesarios para que la firma pudiera volver a operar y contratar con la Administración Pública», para fabricar los pesos.

«Habría tenido injerencia, de forma directa»La responsabilidad del vicepresidente al que la oposición le exige desde hace tiempo su dimisión, consistiría en que «habría tenido injerencia, de forma directa, presenciando las reuniones para la adquisición (de la imprenta), y, junto a Resnick Brenner —jefe de asesores de la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos)— en el trámite de un plan de pagos ilegal en AFIP. Asimismo, Boudou habría intervenido, a través de personas interpuestas, en los actos necesarios para el levantamiento de la quiebra, con el objetivo de obtener el certificado fiscal para contratar con el Estado Nacional».

Boudou, acorralado por la justicia

El vicepresidente del Gobierno argentino, Amado Boudou, dijo hoy que no renunciará a su cargo ni se tomará un descanso pese a la citación judicial para declarar como imputado en una causa de corrupción, por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública y enriquecimiento ilícito.

Boudou subrayó, en declaraciones a Radio 10, que «de ninguna manera» va a renunciar ni va a solicitar una licencia de su cargo en el Gobierno porque es «inocente».

El vicepresidente señaló que «por supuesto» se va a presentar a declarar ante el juez y que recibió la noticia «con mucha tranquilidad» porque esperaba este momento para «poder demostrar» su inocencia.

El escándalo del caso Ciccone, como se conoce en Argentina pese a que la imprenta cambió en varias ocasiones de nombre alcanzó su máxima expresión cuando, pese a estar bajo la lupa de la justicia, el Gobierno, con mayoría en mayoría en ambas Cámaras, decidió estatizarla. Es decir que, en este momento es donde se imprimen determinados billetes pero, sobre todo, el de mayor valor, de 100 pesos aunque se barajaba la posibilidad de empezar con nuevos de 200.

El juez Lijo, cuya continuidad en la causa estuvo en la cuerda floja, insiste en que el vicepresidente actuó cuando era ministro de Economía y siguió sus operaciones una vez en la vicepresidencia donde, al menos, en «una oportunidad con la Casa de la Moneda».

El magistrado resume el proceso seguido. «Para la adquisición de Ciccone se utilizó la empresa The Old Fund (TOF). TOF fue originalmente adquirida el 1 de septiembre de 2009 para facturar un negocio relativo a la reestructuración de la deuda pública de la provincia de Formosa, en el que intervinieron Amado Boudou y José María Nuñez Carmona -amigos desde la adolescencia en Mar del Plata y socios comerciales- junto con Alejandro Vandenbroele -conocido de ambos-».

En esa línea, advierte, «dicha empresa, de objeto amplio y dueños anónimos, no había tenido funcionamiento hasta el momento y contaba con una sola empleada».

La primera vez que Boudou se sintió acorralado por la justicia optó por abrir el ventilador. En una intervención ante la prensa, salpicó al ex procurador general, bancos, gobernadores y a buena parte de las instituciones de Argentina. Ahora, no tendrá más remedio que presentarse frente al juez Lijo. Otra cosa es que guarde silencio. O, que, el 15 de julio, lo cuente todo y sorprenda si da nombres del poder que le habrían dado luz verde para actuar como lo hizo.

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