Putin busca en China un mercado alternativo a Europa para el gas ruso
En plena crisis de Ucrania, el presidente ruso acude a la Conferencia de Seguridad de Shanghái mientras intenta cerrar un contrato multimillonario con China

Amenazado por las sanciones de Occidente debido a la crisis en Ucrania, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, intenta mejorar su imagen en la cumbre de seguridad que, desde este martes hasta mañana, reúne en Shanghái a China, las naciones de Asia Central e Irán. Además de obtener el respaldo diplomático de dicho foro, que celebra ya su cuarta reunión, Putin acude a China con la intención de firmar por fin un contrato multimillonario para abastecer a este país de gas natural, que ambas partes llevan negociando desde hace años.
«China es un amigo de confianza. Expandir la cooperación con China es sin duda una prioridad diplomática de Rusia», aseguró Putin en una entrevista publicada por la agencia estatal de noticias Xinhua. Justo cuando la Unión Europea está buscando nuevos suministros de gas para paliar las consecuencias de la inestabilidad política en Ucrania , por donde pasa el gas exportado por Rusia, Putin aboga por «diversificar nuestros envíos» extendiéndose al vasto mercado chino. Para Pekín, resulta vital a la hora de seguir alimentando el crecimiento económico del país y disminuir su dependencia del carbón, principal causa de la contaminación que cubre las grandes ciudades y la industrializada costa.
Desde hace más de una década, Gazprom lleva negociando con la Corporación Nacional del Petróleo de China (CNPC) la construcción de un gasoducto para suministrarle cada año 38.000 millones de metros cúbicos de gas. Si el contrato, que sería por 30 años y se halla en su «fase final», se firmara estos días, a finales de 2014 se construiría un gasoducto desde el ramal que va de Siberia al puerto oriental de Vladivostok con destino al noreste de China.
El año pasado, ambas empresas estatales estuvieron a punto de llegar a un acuerdo, pero finalmente no se alcanzó por sus disparidades sobre el precio. Aunque Gazprom aseguró durante el fin de semana que al trato solo le faltaba un dígito, la agencia Reuters informa citando fuentes de la compañía que el precio ascendería a 25.000 millones de dólares (18.246 millones de euros), demasiado alto para China.
A ese ritmo de 38.000 millones de metros cúbicos, Rusia le aportaría a China un cuarto de su actual consumo de gas, que se doblará hasta 2020 para reducir el uso del carbón. Las previsiones oficiales calculan que China necesitará a partir de ese año 400.000 millones de metros cúbicos de gas para seguir espoleando su frenético desarrollo.
Además de intentar desatascar el acuerdo, Putin y el presidente chino, Xi Jinping, tienen previsto inaugurar unas maniobras militares conjuntas entre las Armadas de ambos países, un ejemplo más de la mejora de las relaciones entre estos dos antiguos aliados comunistas que vivieron más de un enfrentamiento en el pasado.
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