EE.UU. veta al embajador iraní en la ONU por su papel en el asalto a su legación en 1979

El 4 de noviembre ese año, meses después del triunfo revolucionario, cientos de estudiantes irrumpieron por la fuerza en la legación en señal de protesta por la injerencia de Washington en los asuntos domésticos y por haber aceptado acoger al Shá, y retuvieron a 52 empleados durante 444 días.

Aboutalebi, que a lo largo de su carrera ha sido embajador en Italia, Australia y ante la Unión Europea, niega la acusación y en declaraciones recogidas por medios iraníes afirma que no formó parte del asalto y que su única vinculación con la operación fue el haber participado como traductor en las semanas posteriores. Una explicación corroborada por algunos de los históricos del asalto , pero que no convence a los mandatarios de EEUU que ven su nominación como «un insulto».

La llegada de Rohani a la presidencia en sustitución de Mahmoud Ahmadineyad ha dado un giro completo a la política exterior de Irán. Por primera vez desde la crisis de los rehenes Washington y Teherán mantienen un diálogo directo y el contencioso nuclear, que estos días vive una nueva ronda de conversaciones en Viena , está en vías de solución a través de la negociación.

Estos gestos del clérigo moderado, sin embargo, no cuentan con el respaldo absoluto del sector más duro del régimen y aquellos estudiantes que en el 79 ocuparon la legación estadounidense siguen siendo sus dueños y la han convertido en un campus para la élite estudiantil basiyí (el movimiento paramilitar creado por el Imam Jomeini durante la guerra contra Irak con el objetivo de promover los valores revolucionarios en la sociedad).

Un cartel con las iniciales ‘USA’ ardiendo, que reza «El final de la dictadura» da la bienvenida y deja claro que los planes del presidente Hasán Rohani de acercamiento a Occidente no cuentan con la aprobación de este núcleo duro del régimen del que quiere desvincularse Hamid Aboutalebi para poder ocupar su asiento en la ONU.