Los nacionalistas de Quebec se hunden por hablar de independencia
El Partido Liberal, defensor de la unidad de Canadá, gana las elecciones regionales con mayoría absoluta, desalojando del Gobierno regional al Partido Quebequés, que pierde la mitad de escaños
emili j. blasco
Los nacionalistas de Quebec recibieron un enorme castigo electoral en los comicios celebrados el lunes en esa provincia federada de Canadá, tras haber invocado en la campaña la posibilidad de promover un referéndum de independencia. El Partido Liberal de Quebec (PLQ), defensor de preservar la ... unidad de Canadá, logró la mayoría absoluta, pasando de los 50 puestos que tenía a 70, de los 125 escaños del Parlamento de esa región francófona, por lo que su líder, Philippe Couillard, será designado primer ministro de Quebec.
El gran derrotado fue el Partido Quebequés (PQ) , que hasta ahora controlaba el Gobierno regional. El voto de castigo le dejó en 30 escaños, frente a los 54 que obtuvo hace dieciocho meses. Se trata de su peor resultado desde la década de 1970.
El hecho de que a comienzos de año las encuestas le daban una clara ventaja llevó a la primera ministra de la región y líder del PQ, Pauline Marois, a convocar unas elecciones anticipadas con el propósito de mejorar su posición con una mayoría absoluta. Durante la campaña, sin estar en el programa electoral, Marois habló sobre la independencia de Quebec, creando la impresión de que podría promover la convocatoria de un referéndum de secesión si lograba la amplia mayoría que buscaba.
Pero los electores le dieron la espalda. El PLQ obtuvo el 40,6,% de los votos (70 escaños); el PQ, el 25,8% (30); la coalición Avenir (CAQ), de centro-derecha, el 23,6% (19), y la formación de izquierda soberanista Quebec Solidario (QS), 7,4% (3).
Parte del éxito de Marois en las encuestas iniciales residía en el apoyo ciudadano a la llamada «carta secular», una legislación que prohíbe que los funcionarios lleven prendas de signo religioso. Pero comenzada la campaña, Marois rompió la estrategia de centrarse en esos asuntos sociales y pasó a hablar de la aspiración a un Quebec independiente. Aunque no hizo de eso el elemento central de sus discursos, la sospecha de que el Partido Quebequés planea convocar un referéndum para la secesión se instaló en la opinión pública. Ya en dos ocasiones previas, en 1980 y en 1995, el electorado votó en contra de la separación, en consultas que fueron acordadas con el Gobierno central de Canadá. En la votación de 1995, el sí se quedó cerca del triunfo, por lo que los nacionalistas se comprometieron a volver a plantear el asunto más adelante cuando hubiera pasado cierto tiempo y la idea de una Quebec separado del resto de Canadá hubiera ganado mayor apoyo.
El PQ cambió la estrategia y pasó a hablar de la aspiración a un Quebec independiente
Philippe Cuillard, líder del Partido Liberal de Quebec, utilizó rápidamente la carta que enseñaba ahora el PQ para advertir de que, si ganan los nacionalistas, la región volvería a verse envuelta en la convocatoria de un referéndum. Una posible consulta no aparecía en estos momentos entre las prioridades de los quebequeses, más interesados en la resolución de la crisis económica.
Aunque Morois intentó rápidamente volver a centrar su campaña en asuntos de mayor interés ciudadano, las encuestas mostraron un castigo, y en cuestión de días el Partido Liberal se puso por delante. Un cambio de tornas que las urnas verificaron.
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