La Unión Europea pide a Obama que le ayude a no depender del gas ruso

El presidente estadounidense visitó también la sede de la Alianza Atlántica para impulsar la puesta en marcha de pasos concretos para reforzar la protección militar de los países bálticos y de Polonia, como parte de una política que pretende mantener un máximo de presión sobre el Kremlin.

Recomienda a la UE que disminuya la dependencia energética de RusiaObama sigue empeñado en hacer sentir a Putin que el coste de la anexión de Crimea será muy alto. Su determinación es la de «aislar a Rusia e imponer un coste altísimo a sus acciones» con una amenaza de sanciones que sería la más importante después del fin de la Guerra Fría.

Por encima de las negociaciones del tratado de libre comercio, que pasaron a un segundo plano, se anunció que las discusiones sobre la venta de gas norteamericano a Europa van a continuar a nivel de los responsables de energía de Washington y Bruselas, teniendo en cuenta que, como se dijo en la reunión, la Casa Blanca ha dado a sus compañías una licencia para exportar una cantidad equivalente a las necesidades de Europa.

El problema es que ese gas de esquisto «con el que América ha sido bendecida», como dijo Obama, se ofrece al mercado mundial por parte de las compañías que lo explotan y no está claro que estén dispuestas a competir con el precio que las empresas europeas pagan a Rusia por el suyo.

Por eso, Obama ha advertido también de que, en caso de que hubiera que adoptar esas medidas de represalia contra Rusia, «es posible que la economía mundial se viera afectada», y no solamente la europea.

Las declaraciones de Van Rompuy y de Barroso dan por hecho que lo que más le importa a Obama, la unidad de los occidentales, se mantendrá por ahora. Y se demostrará que, como dijo el jefe de la Casa Blanca, «si Moscú espera la división entre Europa y Estados Unidos, se equivoca». Europa sigue siendo el aliado más cercano de Estados Unidos. Pero, por si acaso, el presidente de EE.UU. también les ha recomendado que disminuyan su dependencia energética de Rusia por otros medios . Barroso ha reconocido que la UE está trabajando en ese campo, aunque está lejos de la independencia energética.

Barack Obama no ha olvidado de mencionar, dentro y fuera de la OTAN, el artículo 5 del tratado de Washington, que establece que el ataque contra uno de los miembros es un ataque contra todos. Aunque descartó que pretenda que esta situación se resuelva por la fuerza , mantiene el mensaje esencial de que no tolerará tampoco ninguna veleidad de Putin.

Por su parte, el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, declaró después de reunirse con el presidente Obama que «nuestro compromiso de mantener la defensa de nuestros aliados es indestructible». Así como que «nos mantendremos firmes en la defensa de la soberanía e integridad territorial de Ucrania», país con el que anunció que la Alianza está dispuesta a «colaborar en la modernización de sus Fuerzas Armadas», otro de los mensajes que más puede irritar a Moscú. A estas alturas, parece que en esto no queda lugar para la sutileza y Rasmussen anticipó que «revisaremos la viabilidad de nuestras relaciones con Rusia».

Obama se ha despedido de la capital europea con un vibrante discurso ante un auditorio plagado de jóvenes, en el que les ha pedido que mantengan siempre la defensa de los ideales de la libertad y la democracia,«por los que Estados Unidos y Europa han luchado durante años».