Los familiares del vuelo MH 370 de Malasia exigen que le devuelvana los suyos

Provocando escenas de gran tensión, varios familiares protestaron contra el Gobierno malasio colándose en la sala de prensa del Hotel Sama Sama, en el aeropuerto de Kuala Lumpur, poco antes de la comparecencia diaria del ministro de Transportes, Hishammuddin Hussein , para informar sobre la última hora de la búsqueda. A gritos y empujones, fueron desalojados a la fuerza por los servicios de seguridad bajo una nube de cámaras y flashes de los fotógrafos, que captaron tan desgarrador momento.

«¡Cada día nos dicen una cosa nueva! ¿Dónde está ahora el avión? ¡Encuéntrenlo! ¡Encuentren a nuestros familiares!», chillaba una señora de mediana edad vestida de rojo, que dijo llamarse Shi, mientras la sacaban a rastras. En la lista de pasajeros del vuelo perdido solo figura una persona con ese apellido, Shi Xianwen, de 26 años, que debe ser su hijo o su hija, por la imposibilidad de distinguir el género en algunos nombres chinos.

«¡Devolvednos a nuestras familias!», rezaba una de las pancartas que portaban los afligidos familiares, que critican al Gobierno de Malasia por «ocultar la verdad y perder el tiempo en la búsqueda de los pasajeros del vuelo MH 370».

De los 227 pasajeros del avión de Malaysia Airlines desaparecido el 8 de marzo, que cubría la ruta entre Kuala Lumpur y Pekín, 153 eran chinos. Con el corazón en vilo, la mayoría de sus parientes aguardan las noticias sobre su paradero en el Hotel Metropark Lido de Pekín, donde ayer también se vivieron incidentes violentos y acaloradas discusiones con los responsables de la línea aérea. «El Gobierno de Malasia está ocultando la verdad y hemos perdido el mejor momento para buscar el vuelo», se quejaba el lunes a ABC el familiar de un pasajero, que no quiso identificarse. Enojados, algunos parientes incluso han amenazado con mantener una huelga de hambre como protesta contra la desinformación, errores y rectificaciones del Ejecutivo malasio.

«Entiendo perfectamente por lo que están pasando. Las emociones están a flor de piel», reconoció el ministro de Transportes, Hishammuddin Hussein, quien apeló a la «comprensión» de las familias porque «estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos por encontrar el vuelo desaparecido». Sin embargo, demostró una evidente falta de sensibilidad cuando, preguntado por los periodistas si había llegado la hora de disculparse ante los familiares, sólo contestó que era «el momento de buscar el avión» .

Con decenas de barcos, aviones y satélites espaciales, veintiséis países rastrean un área tan grande como Australia intentando encontrar el vuelo perdido . La búsqueda, que ya es la mayor de la Historia, arranca en un corredor aéreo que llega hasta Kazajstán, entre las montañas de Asia Central más allá del Himalaya, y se extiende al sur a lo largo de 10.000 kilómetros hasta otra ruta en los confines del Océano Indico. A tenor de los satélites que lo detectaron por última vez, el avión de las aerolíneas de Malasia debería hallarse en estos 2,24 millones de millas náuticas (7,68 millones de kilómetros cuadrados) … siempre y cuando no surja alguna nueva sorpresa en el que ya es también el mayor misterio de la aviación , con permiso del Triángulo de las Bermudas .

«Al ser una zona gigantesca, tratamos de estrechar la búsqueda mediante la información de los satélites y los análisis de los radares, así como aumentando los efectivos de búsqueda por aire y mar y sus técnicos», apuntó el ministro. Para aclarar este misterio, le quedan 18 días antes de que se agoten las baterías de la caja negra del avión. De momento, parece ser el único medio que puede explicar por qué el aparato cortó las transmisiones con la torre de control y se desvió de su rumbo para seguir una ruta totalmente opuesta durante varias horas más hasta evaporarse por completo.