entrevista

«No soy el candidato de la guerra, eso es un montaje de Santos»

Oscar Iván Zuluaga, aspirante del partido uribista, asegura que no se puede negociar con las FARC en La Habana mientras la guerrilla recluta a niños para matar

«No soy el candidato de la guerra, eso es un montaje de Santos» reuters

alejandra de vengoechea

Es el candidato que eligió el partido del expresidente Álvaro Uribe Vélez (2002-2010) para que le gane el pulso electoral a Juan Manuel Santos en las elecciones del próximo mayo. Pero Óscar Iván Zuluaga, economista de 55 años, no es tan popular ... como su mentor: solo un 8% de los colombianos votarían por él, un 25% por Juan Manuel Santos y un 27% lo harían en blanco. A Zuluaga, amigo de Uribe desde hace veinte años, le quedan dos meses para subir en las encuestas.

—Ustedes pensaban que iban a sacar cuarenta legisladores en las pasadas elecciones al Congreso. Pero el partido de Santos, el de la U, les ganó. Esto no le ayuda a que crezca ese 8% que le dan las encuestas.

—Arrancamos con un partido que no existía, sin un solo legislador, y terminamos la jornada electoral con diecinueve senadores y dieciocho representantes. ¿Cuál es el fenómeno político? El surgimiento del Centro Democrático como una nueva fuerza política. Mi campaña empezó con este triunfo.

«Uribe detesta trabajar con títeres. Yo me he preparado para ser presidente»—Sin Uribe de la mano, ¿logrará usted vencer a Santos?

—Este es un partido con doctrina y con ideas uribistas, no como los otros, que tienen campañas mecánicas, con puestos, con contratos.

—¿Uribe lo acompañará a la plaza pública para ayudarle a ganar?

—Por supuesto. Es fundamental su participación. Él es el líder natural de este proyecto político. Esto es un equipo, trabajé con él ocho años, le ayudé a transformar el país, y queremos ahora la presidencia para proponerle al país un nuevo camino, porque Colombia no va por el camino correcto.

—El camino de Santos es mantener el diálogo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Usted es visto como el candidato de la guerra.

—¿Cómo vamos a estar de acuerdo en que mientras se está negociando en La Habana , las FARC sigan reclutando niños? No lo podemos aceptar. Eso de ser el candidato de la guerra ha sido un montaje del Gobierno Santos. Nosotros somos amigos de la paz, pero una paz que fortalezca la justicia y las instituciones.

—Es decir, que sí es el candidato de la guerra.

—Para nosotros la paz tiene una exigencia: el cese de toda acción criminal si las FARC quieren una paz negociada. El cese tiene que ser verificable.

«El Gobierno está sentado de igual a igual con un grupo que es terrorista»—Si usted es elegido presidente, ¿rompe negociaciones y trae al equipo negociador de La Habana?

—Si no cesan las acciones criminales de inmediato, hay que suspender los diálogos. Este Gobierno ha entregado la agenda del país a las FARC. Eso es muy grave. Hay que debilitar al terrorismo antes de que se sienten dignamente en la mesa. Este no puede ser un trato de iguales. El Gobierno está sentado de igual a igual con un grupo que es terrorista. El proceso en La Habana es secreto, da la espalda al país. Nadie sabe qué le van a mostrar. Su manejo corresponde a intereses políticos.

—Santos fue el heredero de Uribe en 2010. Usted lo es ahora. ¿No puede pasar lo mismo con usted? ¿Que gobierne con luz propia y no con Uribe diciéndole qué hacer?

—Santos utilizó el uribismo para ganar la presidencia, pero tenía otros intereses. Yo conocí al presidente Uribe desde que era gobernador de Antioquia, lo he acompañado a gobernar y a construir. No le acepté a Santos el Ministerio del Interior porque mi lealtad es con estas ideas.

—¿Por qué tanta rabia con Santos?

—Este es un Gobierno sin convicciones, que gobierna por las encuestas, mediático, manipulador. Santos nos engañó, nos traicionó.

—Pero Uribe tampoco ha sido una pera en dulce. Su Gobierno estuvo cuestionado por espionaje, por matanzas selectivas que se conocieron como los «falsos positivos».

Eso es un mito . La seguridad democrática dio garantías a los inversores. En algunos sectores hay muchas críticas, pero en los centros de decisión hay reconocimiento.

—¿Cuál es su propuesta, aparte de la seguridad?

—Lo primero: recuperar el liderazgo del presidente de Colombia. A Santos no le creen, porque no tiene convicciones. Lo segundo: a partir de la educación, transformar el país. Solo lograremos la inclusión social si educamos con calidad a nuestros jóvenes.

—Los caricaturistas colombianos son muy duros con usted. Lo dibujan como el títere de Uribe.

—Lo que más detesta Uribe es trabajar con títeres. En las elecciones al Congreso nos dieron millones de votos. Yo me he preparado para ser presidente.

«No soy el candidato de la guerra, eso es un montaje de Santos»

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