Paul Weeks, el pasajero que había sobrevivido al terremoto de Nueva Zelanda

Una de esas historias es la de Paul Weeks, un neozelandés afincado en Perth (Australia) que ya era un superviviente. Weeks y su mujer -embarazada en aquel momento- sobrevivieron al terrible terremoto que asoló el sur de Nueva Zelanda en 2011, lo que no fue fácil para ellos y acabaron teniendo que trasladarse a la vecina Australia para empezar una nueva vida y seguir adelante en la localidad de Perth.

Una nueva etapa se abría ante Weeks, su esposa Danica y sus hijos Lincoln -3 años- y Jack -10 meses-, hasta que el pasado sábado este padre de familia embarcaba en el malogrado vuelo de Malaysian Airlines camino de Mongolia donde le esperaba un nuevo trabajo dentro de la industria minera.

Danica Weeks rompía a llorar cuando intentaba contar en Nine News que rezaba porque su marido estuviera aún vivo. «No puedo rendirme. Me encantaría verle entrar por esa puerta, abrazarle una vez más... Le veo por cada rincón de la casa» afirma mientras solloza.

Weeks recuerda su último día en casa con sus hijos y cuenta que antes de irse dejó su alianza y su reloj en casa porque le dijo a su esposa que si le pasaba algo «la alianza deberá ser para el primero de mis hijos que se case y el reloj para el segundo».

Sara, la hermana de Paul Weeks, cuenta que «acababa de aceptar un nuevo puesto y por eso iba a Mongolia» y, añade, «iba a estar allí un mes. Era un buen trabajo y le iban a pagar muy bien». Este ingeniero de 39 años salía emocionado por empezar su nuevo trabajo cuando se despidió de su mujer con un beso, «esperando volver en un mes» recuerda su hermana.

«Un hombre encantador», «muy divertido», «familiar»... así recuerda Sara Weeks a su hermano, que después de sobrevivir a la tragedia de un terremoto, tener que emigrar en busca de una vida mejor y salir adelante en un país extranjero, ha visto como la desgracia se ha vuelto a cruzar en su vida.